El Ajuntament de Sant Llorenç ha ordenado el «cese inmediato de la actividad de una casa de acogida de gente con problemas físicos y psíquicos situada en la calle Tulipes de sa Coma, sin la pertinente licencia». María Reyes Escribano, vecina de la citada instalación, denunció la apertura de esta «especie de clínica ilegal» que ha funcionado «unos dos años y medio». Ella tiene en su poder el expediente del Consistorio de Sant Llorenç que, a fecha de 1 de octubre de 2002, constató, a través de la Policía Local, que «se lleva a cabo una actividad promovida por Lebenshilfe SL sin que conste licencia de instalación y apertura del establecimiento».
La vecina denunciante critica que el Ajuntament «hasta hace unos días no haya procedido a ordenar el cierre y precintado la clínica, con encargados acogidos (cerca de diez personas) de procedencia alemana, alojados durante varias semanas y ello gran parte del año, en una zona donde además sólo podían construirse casas unifamiliares». «En la secretaría de sanciones me dijeron que sólo faltaba la firma del alcalde Mateu Puigròs para que se precintara el centro», prosiguió Escribano, quien también dio parte del caso a las conselleries de Indústria, Salut, y Turisme del Govern de les Illes Balears.
La denunciante aseguró que no podía soportar más los ruidos, los gritos y la música alta. «No respetan para nada a los vecinos. A veces hacen charlas hasta las tres de la madrugada y tocan la guitarra. Estoy desquiciada, estresada, he tenido que dejar el trabajo y ahora me dirigiré al Colegio de Médicos. Pienso contratar un abogado para reclamar por daños y perjuicios sobre mi salud». Escribano sospecha que los responsables de la «clínica» cuentan con otra instalación en la comarca, y también duda que el recinto estuviera debidamente equipado para acoger gente con problemas físicos y psíquicos. «Pueden entrar y escaparse muy fácilmente», apuntó la vecina que al final ha sido escuchada.