Unió Mallorquina tiene la clave de la gobernabilidad en Alaró y todo hace pensar que los nacionalistas alcanzarán un pacto postelectoral con el PSOE, que fue la fuerza política más votada en el municipio sin llegar a conseguir la mayoría absoluta. Precisamente, ayer el cabeza de lista de los socialistas, Miquel Deyà, se refería a un posible acuerdo con UM en estos términos: «Hemos sido la fuerza más votada y en un principio parece que el pueblo nos dice que hablemos con UM». Deyà entiende que el pueblo «ha dado una lección de castigo al PP que nos quiso quitar de en medio cuando éramos el partido más votado».
Uno de los elementos que hacen pensar que PSOE y UM puedan pactar son las relaciones distantes que han mantenido los socialistas con el PSM. De momento ayer el candidato de UM, Antoni Rebassa, que no avanzó nada sobre este posible acuerdo, mantuvo que «estamos abiertos a todos y si iniciamos una coalición lo importante para nosotros es sacar adelante nuestro proyecto». Por su parte, tanto PSM como PP se muestran decepcionados con los resultados conseguidos en las urnas. Después de las elecciones de 1999 ninguno de los partidos consiguió mayoría absoluta y el PP dió su voto al PSM. De esta manera, Josep Gomila pasó a ser alcalde del municipio y los socialistas, que hacía años que gobernaban quedaron relegados a la oposición.
Josep Gomila (PSM) lamentaba que «está claro que no se ha valorado de una manera proporcionada y pensamos que hemos perdido; la gente ha conseguido un nuevo gobierno y ha preferido el que había antes». Por su parte, Joan Simonet (PP) entiende la pérdida de uno de sus regidores como un voto de castigo al pacto.