Una de las peculiaridades de la Fira de Costitx es la gran participación de los costitxers que, año tras año, se vuelcan en los preparativos para este gran día. La alcaldesa, Maria Antònia Munar, así lo explicaba ayer: «Es la propia gente del municipio la que monta algo, saca los animales a la calle, tenemos una pequeña tienda de buñuelos y diferentes exposiciones».
En concreto, fueron veinte los expositores que se distribuyeron por las diferentes calles del pueblo. Una de las novedades de este año ya sido la muestra de trabajos antiguos, como el de costurero o propietario de la botiga que se montó en los Aljubs. Coloma Munar Riutort, de 65 años, que expuso los utensilios de la antigua tienda de Cas Barber, de sus padres, recordaba: «Teníamos de todo, desde gasoil, e incluso sopa que elaborábamos nosotros mismos o café que también tostábamos».
La batlessa, acompañada de los concejales y el alcalde de Inca, Pere Rotger, recorrieron las calles de Costitx acompañados de los Ministrils del Consell de Mallorca.