La situación no es nueva para el personal que desarrolla su labor día a día en el Centro de Salud de Son Servera. El estado es crítico, se viene denunciando desde hace tiempo pero nadie da una solución. Los profesionales y pacientes se ven muy perjudicados por el «deplorable» estado del edificio. Goteras, falta de calefacción en el área de urgencias, grietas por todos lados, son una serie de desperfectos que se suman a una situación agravada el pasado martes cuando debido al temporal que afectó al Llevant, el centro se llenó de agua y la doctora Francisca Piris tuvo que anular las consultas y solo pudo atender a las urgencias.
«Había agua por todos lados, tuvimos que quitar los fluorescentes porque había peligro de cortocircuito, está lleno de grietas que hemos tenido que cubrir incluso con celo. Por eso ayer no pude pasar consulta. Había peligro de deslizamientos. Así lo comuniqué al Ib-Salut. El personal no puede trabajar en esas condiciones lamentables. El paciente tiene que estar bien atendido y el edificio debe estar en condiciones», dijo la doctora Piris.
Otro de los problemas también es la falta de espacio. «Tenemos que tener los historiales acumulados porque no disponemos de lugar para colocarlos. Nosotros venimos pidiendo al Ajuntament desde hace tiempo una reforma, pero de momento no nos han dado ninguna solución». En el centro trabajan tres médicos, un pediatra, cuatro enfermeras y dos administrativos.