La nueva planta de compostaje de Ponent permitirá tratar 2.000 toneladas al año de residuos orgánicos procedentes de cocinas, restos de comida y jardines de la zona de Calvià y Andratx, para convertirlos en «compost». La nueva planta está ubicada entre Santa Ponça y Peguera, en el antiguo vertedero de Ses Barraques y fue inaugurada ayer. Al acto asistieron, entre otros, la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, el conseller de Medi Ambient de Consell, Miquel Angel Borràs, el director general de Residus del Govern balear, Nicolau Barceló, la alcaldesa de Calvià, Margarita Nájera y el alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo. Todos ellos destacaron «la gran colaboración que ha habido entre las instituciones para poder poner en marcha este proyecto tan importante para la zona de Calvià y Andratx».
El Consell ha registrado la marca «Compost de Mallorca». Bajo este nombre se comercializará el compost que se genere en esta planta y en el Parque de Tecnologías Ambientales, que se inaugurará en pocas semanas. Esta instalación estará ubicada en Can Canut, al lado de Son Reus, y tendrá una capacidad de tratamiento de 135.000 toneladas al año de materia orgánica del resto de la isla.
Alrededor del 56% de los residuos de cada familia son materia orgánica. El compost se forma a base de materia orgánica no cocinada, es decir, pieles de frutas, restos de hortalizas, cáscaras de huevo y demás, junto a ramas y residuos de jardines. Todo este material será el que los hoteles, bares, restaurantes y ciudadanos en general deberán separar y depositar en unos contenedores de color naranja que se irán instalando en las calles. Después, un camión lo llevará hasta la planta de tratamiento y después de realizarse una serie fases durante unos cuatro meses, se obtiene el «compost», un recurso muy aprovechable especialmente por los agricultores y para los campos de golf.