Con frases subidas de tono y algunos lloros y lamentaciones, un conjunto de vecinos contrarios al desvío del ferrocarril por el exterior del casco urbano de Petra se plantó ayer por la tarde ante los camiones y las palas excavadoras para intentar paralizar las obras, que precisamente habían comenzado ayer por la mañana, afectando a numerosas fincas rústicas. Sobre las 18.00 horas, los afectados, con su presión dialéctica hacia el encargado y operarios de las obras, consiguieron que las máquinas quedaran paralizadas, pero no contentos con esta actuación denunciaron la «invasión» de su propiedad ante la Guardia Civil de Vilafranca.
El portavoz de la plataforma de vecinos a favor del antiguo trazado, Antoni Mascaró, explicó que la empresa pública Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) había dado la orden de iniciar las obras del desvío «sin avisar y lo que es más grave, sin que ningún vecino afectado haya firmado el acta previa a la ocupación que contempla la ley de expropiación forzosa». Los vecinos también lamentan que la Conselleria d'Obres Públiques «se haya pasado por el forro otro de los trámites legales previos al inicio de las obras: efectuar un dispositivo previo, después de evaluar los perjuicios económicos que provoca la expropiación», explicó el portavoz.
«Nuestra respuesta ante esta actuación sólo puede ser de indignación. Esta mañana (por ayer) pasé por la finca y vi que las palas habían arrasado varias higueras», lamentó Mascaró. La rabia derivó en lloros cuando una vecina argumentó su experiencia: «A mediodía he sabido que las máquinas habían entrado en la finca que limita con la mía y enseguida he ido hacia nuestro almacén. Las paredes que lo envuelven estaban todavía intactas, pero hoy, me da miedo levantarme y ver la finca en el suelo», lamentó la vecina con lágrimas en los ojos.