La crisis económica ha alcanzado al Ajuntament d'Alcúdia que atraviesa un difícil momento y se verá obligado a recortar inversiones en 2003. Por este motivo, el alcalde Antoni Alemany (PSOE) alerta de que «cada vez será más necesaria la implicación de instituciones supramunicipales». Según explica el batle, las dificultades económicas del municipio se deben a un «cúmulo de circunstancias» entre las que cita el descenso en el número de licencias de obra, en los ingresos derivados de la gestión de las playas o la caída de determinadas tasas.
Las cifras son desoladoras. En lo que va de año, el Ajuntament d'Alcúdia ha ingresado apenas una sexta parte de lo que había calculado por licencias de obras. Así, se han recaudado 40.000 euros en concepto de licencias urbanísticas cuando se habían previsto 320.000 euros. A la hora de presupuestar el presente ejercicio, los responsables municipales previeron que la moratoria urbanística del Consell Insular se levantaría en el mes de julio, con lo que a pesar de calcular que habría un descenso en el número de licencias hasta entonces también se esperaba una avalancha a partir de julio. La moratoria no se ha levantado y las previsiones no se han cumplido.
Por otra parte, según explica Alemany, los temporales de este año también han afectado a las cuentas municipales y es que el Ajuntament d'Alcúdia gestiona directamente las playas del municipio con lo que los ingresos por el alquiler de hamacas y sombrillas suponen una cuantía importante. Se calcula que este tipo de ingresos ha caído en un 30 por ciento. A todo ello, se suma el hecho de que la propia política desarrollada desde el Ajuntament invita a una reducción del consumo de agua por ejemplo, cuyos efectos empiezan a ser evidentes.