«Lucharemos hasta el final para conseguir que el Ajuntament de Manacor paralice las obras del puente elevado sobre el Riuet de Porto Cristo, un proyecto faraónico que nos parece una auténtica barbaridad». Esta fue la frase más repetida ayer durante la manifestación que convocó la plataforma de vecinos en contra del puente elevado de Porto Cristo. Alrededor de unas 60 personas secundaron, en la tarde de ayer, la primera de las manifestaciones de repulsa contra el proyecto del polémico puente.
Pasadas las 16:30 horas de la tarde, los manifestantes se concentraron en el solar, contiguo a la calle de Sant Lluís, donde se han iniciado las obras e hicieron paralizar la pala excavadora que, en aquel momento, se encontraba excavando el suelo para colocar uno de los pilares que, según el proyecto, tienen que sustentar el puente elevado. Después de paralizar las obras, de una manera totalmente pacífica, los manifestantes rompieron en aplausos y anunciaron que «ésta no será la última manifestación que pensamos convocar. De hecho, seguiremos gritando hasta que los políticos nos escuchen y paralicen la actuación. No descartamos llevar a cabo una movilización mucho más fuerte», explicó el portavoz de la plataforma contra el puente del Riuet, Jaume Vives.
El portavoz recriminó al Ajuntament de Manacor que «haya hecho oídos sordos, ante nuestras reivindicaciones. Más aun, la semana pasada ordenó el comienzo de las obras sin previo aviso». Los vecinos afectados, que han interpuesto un contencioso-administrativo contra el Ajuntament, critican que el proyecto no evitará las inundaciones y «mucho menos es la solución para los problemas de tráfico». El impacto visual, así como la contaminación acústica y ambiental que producirá «una carretera elevada a la altura de la primera y segunda planta de algunos pisos», son algunos de los argumentos que la plataforma hace servir para oponerse al puente.