Los hoteleros dejaron ayer plantados al Govern de les Illes Balears y al Ajuntament d'Alcúdia y no acudieron a la decimocuarta edición de las jornadas «FuturAlcúdia» que se celebraban en el auditorio. Sólo tres grupos hoteleros estuvieron presentes en el foro de debate turístico, concretamente los representantes de las cadenas Viva y Edén y el hotel Bocaccio. No obstante, incluso alguno de sus escasos representantes abandonaron el recinto cuando el representante de la federación hotelera de UGT, Antonio Copete, acusó a los hoteleros de cerrar establecimientos y provocar despidos «para decir que las cosas son peor de lo que son».
El conseller de Turisme, Celestí Alomar, evitó hacer declaraciones sobre el plantón. «Prefiero no decir nada porque si no tendré que decir lo que pienso y mañana será portada en todos los periódicos», dijo. Algo más crítico se mostró el alcalde de Alcúdia, Antoni Alemany, que ya en el discurso inaugural de las jornadas advirtió sobre la polémica ausencia del sector hotelero. «Pensaba que este tenía que ser un día interesante para que unos y otros (Govern y hoteleros) buscaran soluciones de forma amistosa».
Alemany recordó que «en anteriores ediciones de estas jornadas siempre se dijo que faltaba consolidar una mejor relación entre los distintos sectores y hoy escondería la realidad si no dijera que por primera vez en la historia de FuturAlcúdia falta un sector importante, el hotelero, que salvo excepciones ha querido hacer realidad la frase de que no estarán en ninguna foto en la que salga un miembro del Govern».
En opinión del alcalde de Alcúdia, «los hoteleros cometen un error porque desde el Ajuntament d'Alcúdia, con estas jornadas, solo se intenta mejorar el turismo». Así las cosas, el batle hizo una llamada al diálogo: «No es posible que hace catorce años, cuando comenzaron estas jornadas, hubiera un consenso para llevar a cabo un plan global en el sector y ese consenso se haya roto. Esperamos que cuando nos volvamos a reunir analicemos el porqué de ese divorcio».