La Conselleria de Medi Ambient investiga un posible envenenamiento masivo de animales que fueron encontrados muertos al lado de una charca artificial de la finca pública de Son Real. Allí se encontraron, además de los cadáveres de 23 tortugas, los de dos conejos y una liebre. En una primera valoración, los biólogos dictaminaron que la mayoría de animales hacía más de dos meses que habían muerto.
«Tan solo un cadáver de tortuga estaba en condiciones de poder ser analizado y se dio toda la información recogida a la Conselleria de Medi Ambient», explica Samuel Pinya, biólogo de Natura Parc. Los técnicos de Medi Ambient han enviado el cuerpo de la tortuga al Instituto Toxicológico de Madrid para que le sea practicada una necropsia y conocer así las causas de la muerte del animal. Se espera tener los resultados de estas pruebas en un plazo de quince días.