El primer teniente de alcalde de ses Salines, Antoni Caldentey (UM), ha expresado su total apoyo a su socio de gobierno, el alcalde Joan Burguera (PP), en referencia a las denuncias sobre el cobro de facturas al Ajuntament de comidas realizadas en la casa del batle, realizadas ayer por el parlamentario socialista Antoni Diéguez y el portavoz municipal del PSOE, Antoni Perelló.
«Estoy con el alcalde. Hacemos una comida cada tres o cuatro meses con el personal del Ajuntament en cenas de Navidad o el día del funcionario», apuntó Caldentey, quien agregó que durante los dos años que él fue alcalde «ya se hacían estas comidas en la casa de Burguera». El teniente de alcalde afirmó que «antes» de la llegada de Burguera estas comidas se hacían en restaurantes y ahora el Ajuntament se ahorra mucho dinero celebrándolas en su casa.
Sobre la legalidad del cobro de facturas por parte del alcalde, tanto Caldentey como Burguera coincidieron: «Nuestros asesores nos dicen que son legales». El batle añadió que «Diéguez miente en sus manifestaciones. Quiero pensar que es porque sus informantes le han mentido» porque «lo que él cita como facturas no son más que una agrupación de facturas y recibos pagados por adelantado». En la misma línea, Burguera defendió, refiriéndose a Diéguez: «Piense que una comida para 50 personas le cuesta al Ajuntament sobre los 180 euros (30.000 pesetas); ya puede imaginarse mi negocio».