El malestar de los comerciantes, vendedores y vecinos del centro de Santanyí se ha convertido en indignación estos últimos días a raíz del anuncio del alcalde, Miquel Vidal, de ubicar el mercado tradicional a las afueras del pueblo. Los comerciantes reclaman que el mercado tradicional que se celebra los miércoles y los sábados se pueda seguir haciendo como se ha venido haciendo desde siempre, en la plaza Major del pueblo, que a raíz de una reforma de embellecimiento se ha convertido en zona peatonal.
Tal es la oposición de comerciantes y vecinos que los primeros han iniciado una recogida de firmas para poder entregar al Ajuntament. De momento, la iniciativa ya ha recogido más de 60 firmas a favor de la instalación del mercado en el centro de Santanyí. Los afectados alegan que el traslado del mercado de los sábados a la Plaza Ramón Llull, a las afueras de la localidad, ha hecho menguar el número de ventas y paralelamente los ingresos.
«Mucha gente se ve obligada a coger sus coches para ir a comprar a la plaza Ramón Llull y, ante la incomodidad, optan por comprar los productos en las grandes superficies», explicaba el propietario de una sastrería del centro de Santanyí, Joan Ferrer. Resulta que con las obras de reforma de la plaza Major, el mercado se tuvo que trasladar los dos días de la semana a las afueras de Santanyí. Este traslado, en principio, tenía que ser provisional puesto que el primer edil había prometido que después de la actuación en el centro, el mercado volvería a celebrarse todos los miércoles y los sábados en su lugar tradicional.