La venta ambulante ilegal de mercancías en los mercados, plazas y calles de las zonas turísticas se ha convertido en una problemática para el sector comercial que supone una «competencia desleal» hacia este último sector económico. Para hacer frente a la proliferación de los lugares de venta ambulantes fuera de los establecimientos comerciales, modalidad que «lesiona los derechos de los comerciantes legalmente establecidos», la Conselleria de Comerç ha anunciado que obligará a los ayuntamientos a redactar y aplicar una ordenanza reguladora de los mercados.
El vicepresident del Govern, Pere Sampol, anunció ayer la medida reguladora que pretende parar la venta ambulante y que se tendrá que aplicar a partir de 2003. La nueva ordenanza supone que al detectarse algún caso de venta ilegal en la vía pública, la Policía Local podrá formalizar la denuncia correspondiente y procederá a la retirada de los productos objeto de comercio.
El anuncio de la creación del nuevo reglamento municipal fue la respuesta que el vicepresident Sampol dio a los comerciantes con los que ayer mantuvo una reunión en el Ajuntament de Son Servera. Los vendedores se quejaron de la «preocupante» bajada de las ventas que han experimentado los establecimientos de Cala Millor y Cala Bona. Otro de los temas que interesó a los comerciantes fue la necesidad de revitalizar el pequeño comercio.