La empresa encargada de instalar y explotar los 125 amarres de Formentor, Hisambla, aplica descuentos de hasta el 50% a los residentes de Pollença que fondean en la zona sólo por unas horas. El propietario de Hisambla, Antoni Autonell, mantiene que «la mayoría de los barcos que acuden a la zona nos felicitan por el servicio». El precio mínimo por amarrar el barco en una de las boyas es de 1.000 pesetas por todo un día y varía en función de la eslora de las embarcaciones. No obstante, la empresa concesionaria ha optado, con el permiso de Demarcación de Costas, por aplicar descuentos a aquellos barcos de residentes que amarren en Formentor «sólo para darse un baño».
«Nuestra intención es conseguir que esta experiencia piloto resulte satisfactoria para todos y tanto usuarios como la administración estén contentos con nuestro servicio», mantuvo el propietario de Hisambla, Antoni Autonell. Siguiendo todas las pautas marcadas por Demarcación de Costas para garantizar la preservación de la flora marina, la empresa ha invertido alrededor de 50 millones de pesetas en la instalación de los muertos, boyas y la compra de dos embarcaciones que se encargan de velar por el servicio. En la entrada de la bahía de Formentor se han instalado unas boyas en las que se avisa de la prohibición de tirar el ancla en la zona y se notifica a los barcos que el canal 71 es el que deben de conectar para ponerse en contacto con los marineros que gestionan las boyas.
Además de facilitar el amarre en la zona, Hisambla ofrece servicio de bar a los barcos y facilita ayuda en casos de emergencia. «El domingo pasado colaboramos en el rescate de un barco que perdió una hélice», asegura Autonell. «La mayoría de los usuarios que acuden a Formentor nos felicitan por el nuevo servicio y se alegran de poder amarrar con tranquilidad y sin preocuparse por los cambios del viento o la cercanía de barcos vecinos», mantiene el propietario de Hisambla, que señala «que el hecho que los barcos que vienen a Formentor opten por amarrar en las boyas y no haya ninguno que prefiera la zona de libre fondeo demuestra que agradecen el servicio».
«Los hay que incluso no dicen que el servicio y la ordenación de litoral debería de ampliarse a otras zonas como la bahía de Pollença, repleta de barcos», añade. La empresa ha contratado a un buzo profesional para que vele por el buen estado de las cadenas que unen los muertos con las boyas, cuya mantenimiento es esencial para garantizar la preservación de la posidonia. Las boyas se retirarán en invierno.