Lloseta se ha convertido este fin de semana en una inmensa exposición de fabricación y venta de calzado. La Fira de sa Sabata de Lloseta ha transformado desde el viernes y hasta ayer domingo, por segundo año consecutivo, la vida en el pueblo.
Al contrario de lo que ocurre en otras ferias tradicionales, en la de Lloseta, que se estrenó el año pasado, los animales quedan en un segundo plano con una presencia casi testimonial, cediendo el protagonismo a los artesanos e industrias que hacen posible que los visitantes tengamos algo con que cubrirnos los pies.
El calzado se convierte así en el centro de atención de un
acontecimiento que aúna moda, tradición y procesos artesanos.
A lo largo de todo el núcleo urbano podían verse zapatos de toda
clase y una extensa demostración de los procesos manuales y
mecánicos que se utilizan en la fabricación del calzado.
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, no quiso perderse este acontecimiento y asistió ayer a la Fira como un visitante más. Comentó que lo que más le había llamado la atención fue la cadena manual de fabricación de calzado y se lamentó de que «esta tradición se pierda».