Los vecinos y veraneantes habituales de la Colònia de Sant Jordi han anunciado movilizaciones contra la construcción del paseo marítimo peatonal que el Ministerio de Medio Ambiente ha proyectado en la zona costera de ses Salines. Los vecinos han comenzado a recoger firmas contra este proyecto. El proyecto estuvo expuesto al público hasta el pasado viernes, costará 560 millones de pesetas y su recorrido es de tres kilómetros.
La mayoría de los residentes de la zona se opone al proyecto por el impacto que supondrá para la Colònia y porque no lo consideran necesario. Además, no les ha gustado que no les hayan informado ni consultado para redactar el proyecto. Este periódico ha recibido numerosas cartas al director expresando su rechazo a este proyecto.
Miquel Àngel March, portavoz del grupo ecologista GOB, ha explicado que la asociación ha recibido muchas llamadas de vecinos solicitando su apoyo contra el paseo. March explicó que los residentes de la Colònia de Sant Jordi comentaron la posibilidad de realizar marchas por la costa en señal de protesta.
El GOB presentó alegaciones a Demarcación de Costes mediante las que rechaza el proyecto porque considera que no es necesario: «Algunos terrenos que se quiere urbanizar ya funcionan como paseo peatonal, otros son calles, rocas o trozos de litoral poco alterados». El GOB dice que la primera línea conserva aún el encanto de las edificaciones de los años 40-50 y su principal característica es su poca urbanización.