Todos los grupos municipales de Pollença se manifestaron a favor de proteger de construcciones la montaña de Cala Carbó y acordaron por unanimidad suspender por un año las licencias de obra en esta zona. El PP recriminó al equipo de gobierno que en el año 90 concedieran licencias para construir en esta zona cuando las parcelas no tienen todavía la dotación de servicios necesarios para que se consideren solares.
El portavoz de los populares de Pollença, Joan Comas, teme que, a pesar de la voluntad de todos los grupos, la suspensión de licencias no consiga parar el crecimiento de Cala Carbó. Comas dice no entender porqué cuando se modificó el Plan General en el año 90 no se paró esta urbanización y se han esperado 10 años para hacerlo, cuando ya han dado licencias de obra en la zona. Comas dice que «Cala Carbó era una operación pensada y premeditada».
Estas críticas alteraron al concejal de Urbanisme, Pere Capó, que quiso recordar al PP que en el año 90 todos menos el PSM votaron a favor del Plan General que incluía a Cala Carbó como zona urbana. Pere Capó aseguró que estaba de acuerdo en evitar cualquier construcción en Cala Carbó y aseguró que su voluntad política era de ser todavía más proteccionista y derribar incluso las edificaciones existentes. La alcaldesa de Pollença, Francisca Ramón, indicó ayer que «la propuesta lanzada por Capó en la sesión plenaria no se ha planteado nunca, pero no descartamos ninguna posibilidad».