Ni a vecinos Calvià ni a propietarios de viviendas en Son Font convence la recalificación de esta parcelación rústica en suelo urbano aprobada por el equipo de gobierno socialista. La opinión mayoritaria en el núcleo urbano de Calvià, sobre todo entre la población más joven, es que es necesario poner freno a la construcción.
La joven Loren Peros afirmó a este diario que, a su juicio, «se tiene que dejar de construir en Calvià. Lo que necesita el municipio son zonas verdes porque ya se ha construido bastante». Precisamente Son Font, a menos de un kilómetro de Calvià, es una zona muy arbolada, donde poco a poco se han ido construyendo 54 chalets, y con la recalificación de suelo urbano podrán llegar a edificarse hasta 125 viviendas.
José María Perea también es de la opinión de que no se debería construir más en Calvià: «Hay que dejarlo como está porque ya se han hecho bastantes desastres».
Una vecina de Calvià alemana, Gerte, aseguró no estar de acuerdo con la urbanización de Son Font: «Es muy preocupante que se destruya un paisaje tan auténtico. Estoy en contra de las nuevas construcciones y tampoco quiero que se compren tantas propiedades».
Un propietario de una vivienda de Sont Font, que prefiere permanecer en el anonimato, señaló a Ultima Hora que la recalificación del suelo en urbano no les reporta ninguna ventaja a los propietarios. Para empezar tendrán que pagar más impuestos y, además, tendrán que asumir el coste de la dotación de servicios (redes de agua y alcantarillado, alumbrado, asfaltado de calles...): «Yo soy un trabajador y si tengo que pagar las obras en las calles, tendré que pensar en vender la propiedad e irme a vivir a otro sitio».