El presidente del Club Náutico de s'Estanyol, Antoni Ginard, ha sido condenado por el juzgado de los Penal número 2 de Palma a pagar una multa de un millón y medio de pesetas por un delito de coacción a dos socios del club que fueron expedientados por el presidente.
Los dos socios en cuestión, Josep Buades y Damià Verger, interpusieron una denuncia contra el presidente y junta directiva del Club Náutico de s'Estanyol porque les prohibieron la entrada en las instalaciones náuticas. La prohibición se ordenó, según explica la sentencia, porque Buades en su condición de presidente de la Asociación de Vecinos de Son Reinés de s'Estanyol promovió una campaña contra la ampliación del puerto deportivo.
El juez entiende que Ginard «se propasó con su actuación porque si bien estaba habilitado para iniciar, tramitar y concluir el expediente sancionador, no lo estaba para constreñirlos con coacciones a desalojar el recinto e impedir que llegasen al amarre de su propiedad».
En los fundamentos de derecho, la sentencia del Juzgado número 2 recoge que el socio expedientado Josep Buades fue requerido por un guarda de seguridad para que abandonase el recinto. Buades enseñó la autorización judicial para acudir a su embarcación y el empleado del club náutico le respondió que «era papel mojado».
La directiva del Club Náutico apelará contra la sentencia dictada.