Una reciente sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 Manacor ha fallado que los terrenos en los que está la escuela no son de propiedad municipal sino particular, y que se debe restablecer la legalidad urbanística.
El fallo recuerda que en 1932 Apolònia Nicolau Barceló donó al municipio una parcela de 480 m2 para edificar en ella una escuela. Sin embargo, sólo fueron utilizados 146 m2 de los cedidos y el Consistorio construyó la mayor parte del edificio, de 751 m2, en una parcela colindante, también perteneciente a Apolònia Barceló.
Hace unos años, un heredero de la parcela, Esteve Barceló, intentó negociar un convenio urbanístico con el Ajuntament para recuperar los terrenos, consistente en intercambiar la escuela por un solar vecino a la iglesia con el objeto de habilitar unos aparcamientos, pero el Ajuntament rechazó el acuerdo.
En febrero de 1997, Esteve Barceló empezó a vallar la parcela y el Ajuntament paralizó las obras, por lo que Barceló interpuso una demanda civil.
Además de comprobar que la mayor parte del colegio se construyó en terrenos privados, la sentencia recoge que desde 1990 la contribución rústica de este solar y del cedido al Ajuntament en 1932 han sido pagados por Barceló, por lo que es éste el auténtico propietario.