El Ayuntamiento de Palma ha cerrado al baño este jueves las playas de Cala Major, Can Pere Antoni y Platja de Palma. Según han informado desde Cort a la consulta de este periódico, las dos primeras tienen bandera roja mientras que la Platja de Palma permanece abierta al público, pero con prohibición expresa de baño. Además, en Ciutat Jardí ondea la bandera amarilla (que implica precaución, pero no prohibición).
Este cierre se produce tras las lluvias registradas a primeras horas del día; a menudo estos episodios de precipitaciones han provocado vertidos de aguas mixtas (pluviales y residuales) al mar. Sin embargo, desde Cort han informado de que en este caso no se trata de aguas sucias «o que contengan algún tipo de toxicidad».
Desde la dirección general de Medi Natural aseguran que lo que han hecho es «aplicar el protocolo habitual, según el cual, cada vez que llueve con una cierta copiosidad y, por tanto, el agua de los torrentes se vierte al mar, es necesario habilitar bandera roja en los puntos con mayor afectación». El protocolo también marca que se hagan analíticas, pero por el momento «nada hace pensar que se trate de aguas tóxicas ni fecales, sino que son aguas procedentes de los torrentes que hay en estos puntos concretos».
El pasado 21 de junio ya se produjo un cierre por vertidos en la playa del chiringuito Asaona, en el Portitxol, además de bandera amarilla Can Pere Antoni, debido a que se encuentra muy próxima.
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