Los vecinos de la parte del Camí Nou que se ubica en la zona de Son Cladera y sus proximidades llevan años reclamando medidas de seguridad y de control ante las elevadas velocidades que, especialmente las noches y los fines de semana, tienen que soportar por parte de conductores que se saltan la normativa y la limitación en ese tramo, donde hay señales que fijan un tope de 40 kilómetros por hora.
«Por las noches pasan a más de 100 por hora», lamenta un residente en ese tramo de Son Cladera, donde se ha reclamado la instalación de elementos disuasorios con el fin de invitar a reducir la velocidad en un tramo, especialmente tras el puente que atraviesa la autopista de Inca, en el que una pendiente en bajada hace que sea más factible ir más rápido.

Refieren los residentes que, en ocasiones, se ha instalado la Policía Local realizando funciones del control de la velocidad con radar, imponiendo sanciones a los infractores, pero pese a la ubicación de pasos de peatones y señalización visibles, viven con inquietud la posibilidad de que algún día ocurra un accidente o un atropello de gravedad.
Esos excesos de velocidad, que llegan a cifras muy por encima de permitido, se concentran de manera especial en el sentido que conduce desde Sa Indioteria hasta Son Cladera, apoyándose en la pendiente de bajada tras el citado puente, pese a encontrarse con una zona residencial próxima a la conocida barriada.
Entre Son Cladera, S'Indioteria i el Polígon de Son Castelló fan carreres de motos cada cap de setmana a les tantes de sa matinada. Se sent el renou a kilòmetres de distància. És impossible que la policia encara no ho sàpiga.