En una zona de gran crecimiento demográfico, el parque de Can Simonet es un pequeño oasis en el que la profunda vegetación se agradece como fuente de sombra en semanas como las actuales. Pero los vecinos y residentes en ese punto de Camp Redó se muestran preocupados por la presencia desde hace tiempo de un grupo de indigentes que genera inquietud por su forma de actuar y las malas maneras que alguno muestra hacia quienes les llaman la atención.
Eso hace que algunas familias sean reticentes a la hora de llevar a sus hijos a un espacio que cuenta con zonas de juegos. Esas personas sintecho proceden en muchas ocasiones de centros como Can Gazá o Ca l'Ardiaca y, además de consumir alcohol y en algunos casos sustancias estupefacientes a plena luz del día, hacen allí sus necesidades, gritan y molestan a los usuarios y residentes en las viviendas próximas a un espacio que se ha intentado revitalizar a través de la realización de diferentes actividades sociales.
Estas personas, sintecho buena parte de ellas, pasan el grueso del día en el parque y su presencia llama especialmente la atención durante las mañanas, cuando son la mayor parte de la masa humana que por allí se mueve, junto a la presencia esporádica de algunos vecinos.
Esa presencia y las actitudes de los sintecho echan atrás a muchas familias con niños a la hora de acercarse al parque de Can Simonet, ubicado no muy lejos de otro espacio similar como el parque de ses Fonts, pero que cuenta con un espacio cómodo y acogedor que se ve alterado por la forma de actuar de esas personas cuyo incivismo crispa al vecindario e impide aprovechar al máximo un espacio privilegiado en esa zona de Palma.
Si importas tercer mundo tienes tercer mundo.