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Can Vivot y el enigma de las 'verges rosses'

Este lunes se estrenó la exposición del prolífico maestro de cerámica de Manacor del siglo XVIII del que se desconoce su nombre y origen

Pedro de Montaner, dueño de Can Vivot | Jaume Morey

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En Can Vivot hay un misterio por resolver y hasta el 1 de febrero los visitantes podrán indagar en él. Este lunes se inauguró una exposición con una treintena de piezas de cerámica del siglo XVIII, indagando en la enigmática figura del Mestre de les Verges Rosses, un artista de la cerámica ornamental que contaba con un taller en Manacor. Poco más se sabe de él, además de que tenía fijación por hacer figuras de vírgenes, anunciaciones o divinas pastoras de cabellos rubios. De ahí el apodo.

Este lunes Can Vivot abrió sus puertas mostrando sus pequeños tesoros de cerámica, procedentes de su colección privada o de otras grandes casas de Palma que han cedido por unas semanas estas piezas que tuvo una gran producción entre 1750 y 1815. Para las figuras utilizaban moldes pero sus ricos ropajes se modelaban a mano.

«El Mestre de les Verges Rosses era muy prolífico. Mucha gente debe tener alguna pieza suya y es posible que no lo sepa. Pero se trata de una artesanía de altísima calidad que tenía influencia italiana», cuenta Magdalena de Quiroga, propietaria de Can Vivot. Su marido, Pedro de Montaner, sospecha que su origen esta italiano, hipótesis que la arqueóloga y especialista Elvira González apoya también.

«Recientemente se descubrió que su taller estaba en Manacor, ya que había tallas en las que aparecía la señal ‘Terra de Manacor’. Hay muchos historiadores deseando encontrar el documento que desvele el misterio del Mestre de les Verges Rosses, que fue bautizado así por el padre Llompart», dijo Montaner.

La riqueza de las piezas exhibidas en Can Vivot contrasta con la cerámica popular mallorquina de la época. Las piezas del Mestre de Manacor exhiben su carácter barroco, con multitud de detalles y una rica ornamentación.

Inmaculadas y Divinas Pastoras aparecen con sus cabelleras rubias, mientras las peanas se caracterizan por estampados florales que permiten identificar al misterioso autor. Eso sí, advierte De Quiroga: «Tras una muestra de sus piezas en Manacor, de repente aparecieron más personas que tenían sus esculturas. Está muy presente en la Isla». Por eso confían en que esta muestra en Can Vivot sirva para sacar de la oscuridad algunas de sus obras en Ciutat.

Metidas en lujosas hornacinas o exóticos pajareros, las figuras muestran el delicado trabajo que se conserva desde hace tres siglos. La exposición está abierta los lunes, miércoles y viernes no festivos de 17:00 a 19:00 horas a un precio de tres euros, abierta a todos los que visiten Can Vivot.

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