En un tiempo en el que los embalses de Palma se manejan, en el caso de Gorg Blau, por debajo de un cuarto de su capacidad (23'8%), la crisis hídrica que se avecina si no comparecen las esperadas lluvias invita a cerrar el grifo y optimizar este recurso para evitar un invierno que puede ser duro en Mallorca. Por ello, ciertas imágenes causan malestar entre los ciudadanos de Palma que se han concienciado ante esta delicada situación.
Así, imágenes como las que se registran al caer la noche en el Paseo Mallorca, en Palma, causan malestar e indignación entre los ciudadanos y algunos de los turistas que pasan por la zona, que contemplan como muchos litros de agua destinados al mantenimiento de los jardines y el césped se despilfarran sin sentido y acaban de nuevo en las alcantarillas.
Porque varias bocas de riego de la superfície verde de esa zona céntrica de Palma no cumplen con su misión y, o bien caen sobre una misma zona o directamente lo hacen al asfalto, mostrando una enorme ineficiencia que se espera que desde el Ajuntament de Palma, más concretamente desde Emaya, se reclama que se solucione.
Con el fin de evitar ese desperdicio de agua evitable que llama la atención de residentes, peatones y conductores que contemplan estupefactos como el agua no cumple con su función y el sistema de riego no cumple con su misión.