El solar de la calle Rodríguez Arias, que en 2009 vivió el trágico derrumbe de un edificio habitado, está a punto de tener una nueva oportunidad. Después de estar muchos años en venta, en breve se cerrará el trato para acabar en manos de un promotor nacional que tiene previsto levantar allí viviendas asequibles. Desde la inmobiliaria Inmovisa, que tiene puesto a la venta este suelo en el barrio del Camp d'en Serralta, advierten de «la altísima demanda de solares urbanizables para construir viviendas asequibles».
Prueba del ansia por conseguir suelo para construir viviendas en Palma es el incremento del precio de este suelo. En noviembre de 2021 se había puesto a la venta por 380.000 euros. A día de hoy, el suelo se ha dividido en dos solares, que se ofertan en total por 800.000 euros. Aunque es probable que esta no sea la cifra con la que se ha cerrado la operación, el anuncio de Inmovisa da cuenta de la fuerte revalorización del metro cuadrado urbanizable en Ciutat.
Pep Farrom, el comercial más veterano de Inmovisa, con 35 años de experiencia a sus espaldas, confirma que «la operación ha tardado en cerrarse porque hay una quincena de propietarios y es complicado reunir toda la documentación». Pese a ciertos impedimentos, la operación se cerrará en breve. «Hay muchísima demanda de suelo y apenas tenemos. Aunque nos dedicamos a la compraventa de viviendas, nos contacta mucha gente en busca de solares», dice.
El objetivo es el de crear viviendas asequibles en el solar de Rodríguez Arias, «a un precio de unos 300.000 euros, que es barato para ser de obra nueva», razona Farrom.
Con más de tres décadas trabajando en el sector, este comercial, próximo a la jubilación, advierte que «no había visto nada igual en mi vida. Es una locura lo que está sucediendo en Palma y en Mallorca. Cada vez viene más gente y vienen muchos extranjeros para especular».
Farrom asegura que «lo que para nosotros es caro, para ellos es barato y lo compran para luego alquilar las viviendas entre sus contactos. Porque lo que están haciendo es alquiler vacacional bajo cuerda», al margen de las plataformas de viviendas turísticas.
«Nos encontramos ahora con habitaciones a 800 euros. El hecho de que el mallorquín venda ahora porque le ofrecen medio millón de euros, es un error. Su hijo o su nieto no tendrán dónde vivir. Ya estamos viendo como muchos mallorquines emigran. Esta será una isla solo de ricos», se lamenta Farrom.