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El Canódromo: un drama grafitero solo dos años después de su estreno

El Bosque Urbano sufre los rigores del verano pero también el vandalismo

El Núvol del Canódromo, repleto de grafitis. | Teresa Ayuga

| Palma |

Agostado y lleno de grafitis. Así está amaneciendo el bosque urbano, situado en el Canódromo. Solo han pasado dos años desde su inauguración, pero una visita a la zona muestra su aspecto más desolador. Las pintadas vandálicas campan a sus anchas, se lamentan los vecinos. No respetan ni el mobiliario del parque, ni los muros de marés que cercan la zona. Y entre los damnificados, el Núvol de Albert Pinya, que donó al Ajuntament de Palma. Ni siquiera la icónica escultura se ha librado del efecto pernicioso del spray.

Los jóvenes árboles que fueron plantados por los alumnos de los institutos colindantes, el IES Joan Alcover y el IES Ramón Llull, pero algunos de ellos parecen secos y están torcidos, víctimas del vandalismo. La fuente, por otro lado, está completamente seca.

Los vecinos, por su parte, se muestran encantados con el Bosque Urbano del Canódromo aunque reconocen que en días como hoy, con altísimas temperaturas, baja la afluencia. «Sabemos que van muchos vecinos a pasear a sus perros y luego están nuestros hijos adolescentes, que se reúnen allí mientras los padres están muy cerca, en las cafeterías de al lado», cuenta Miguel Roselló, presidente de la Associació de Veïns Camí de Jesús.

«En invierno el parque está bien cuidado, está muy verde. Además, el Ajuntament ha cumplido con parte de las cosas que había dicho que haría, como limpiar la Plaza del Tubo y los institutos», dice Rosselló. El parque urbano del Canódromo cuenta con una superficie total de 16.000 metros cuadrados, a los que en el futuro habrá que sumar otros 18.000 metros cuadrados del Velódromo del Tirador. Ambos terrenos se unirán a través de dos puentes.

Una de las razones del retraso de la apertura del bosque del Canódromo fue el hallazgo de un tramo del acueducto de la Font de la Vila, de origen musulmán, aunque abrió en julio de 2022. Como prueba de su calidad urbanística, el Bosque Urbano del Canódromo fue uno de los 126 proyectos seleccionados por la XVI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo (BEAU), organizado por el Ministerio de Fomento. Al certamen se presentaron medio millar de trabajos.

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