Los vecinos de Son Sardina han exigido este lunes en una concentración al Ajuntament de Palma espacios públicos y de gestión popular para poder celebrar las fiestas del barrio, que penden de un hilo. En marzo, el grueso de las entidades de la barriada, impulsaron una recogida de firmas para reclamar a Cort que afrontara la falta de espacios de propiedad municipal que padece el barrio, una demanda histórica.
Las más de 900 personas firmantes piden al Consistorio que adquiera el terreno de Can Pesquet para dotarlo de un casal multifuncional y de una plaza que responda a las necesidades prácticas de los colectivos, entidades y asociaciones de Son Sardina y permitan desarrollar las actividades. «Por desgracia, el silencio del Ajuntament, que es quien tiene que dar la solución, demuestra que encontrar una salida a esta situación dramática no está entre sus prioridades», ha dicho uno asociación los portavoces de la asociación vecinal.
Las entidades impulsoras se han reunido para visibilizar las «injustas consecuencias» de la inexistencias de espacios y la falta de respuesta municipal que «ni tan siquiera ha propuesto un solo encuentro con la Mesa de Entidades. Además, CARISA, que gestiona Ca Ses Mongues, ha expulsado a la Comisión de Fiestas del espacio donde guarda desde hace décadas su material «a poco más de un mes de las fiestas». Por ello, «ahora mismo, la comisión no sabe si serán logísticamente posibles y no está claro que puedan salir adelante», han dicho sus representantes.
Por el momento, se ha decidido que una sala del Casal, que es propiedad de CaixaBank, funcione como almacén, «lo que por desgracia limita aún más el poco espacio que tenemos para reunirnos». «Si Cort, que no hace nada y pone trabas, amenaza con sacar el material de las fiestas, entenderemos que no tiene problemas con que nuestro tejido social y la cultura popular desaparezcan y que Son Sardina se convierta en un núcleo-dormitorio», han concluido los representantes de las entidades.