Es una barriada con aroma a pueblo y su ubicación así lo refleja. Limita con el campo y a pocos kilómetros da paso a Esporles, municipio al que llegó a pertenecer para, en 1919, pasar a formar parte de Palma. Del pasado quedan restos talayóticos, escenarios como las cuevas de Son Bauçà y Can Mallol, o la herencia de la tradición agrícola musulmana, con redes de regadío y acuíferas como las fuentes de Es Canyar, Sarrià o la Vila, parte del paisaje de una zona que da cobijo a fincas y possessions de referencia como Son Gual.
Establiments es parte de Palma, pero se siente un espacio al que su posición le brinda una dosis de independencia, aunque a la vez lleva consigo una serie de limitaciones y peros que condicionan la vida de sus vecinos. Cati Alorda preside la Asociación de Vecinos, que reúne a cerca de 600 socios, aunque su potencial masa social llegaría a muchas más personas dentro de una población total que ronda los 3.500 habitantes.
La tranquilidad se nota especialmente en la zona rural, abandonando la vía principal, que conduce hasta Esporles y por la que transita el transporte público hasta Es Muntant. La línea 16 de la EMT, que arranca en Pere Garau, centra algunas de las reivindicaciones del colectivo, porque no tiene conexión directa con el hospital de Son Espases ni con el PAC de Camp Redó, además de finalizar pronto sus frecuencias los domingos y festivos.
La recuperación de la Casa de la Vila, donde ondea la bandera de Establiments y que es usada puntualmente por la asociación vecinal, parece que va por buen camino, dentro de una «positiva actitud» mostrada por el nuevo Ajuntament de Palma que encabeza Jaime Martínez hacia la barriada. «Han hecho varias intervenciones, pequeñas, pero que suman», refiere Cati Alorda, presidenta del colectivo. «Han sembrado árboles nuevos, cambiado placas de calles, y parece que la reforma de la Casa de la Vila echaría a andar este mismo año», asegura.
Ese espacio podría dar a Establiments el reivindicado Casal de Barri, además de un espacio a la asociación de vecinos o la biblioteca perdida años atrás. Pero la lista es larga y amplia. Destaca la necesidad de un centro de día para la gente mayor, que debe desplazarse hasta Son Sardina o Esporles para poder disfrutar de este servicio. Al igual que un centro de salud, más allá de la Unidad Básica existente y que únicamente abre por las mañanas de lunes a viernes, siendo complicado desplazarse para la gente mayor hasta Camp Redó.
A nivel educativo, el CEIP Establiments reúne a los más pequeños y posee las instalaciones deportivas de referencia en el barrio -más allá del polideportivo David Muntaner del Secar de la Real-, aunque la verdadera necesidad es la de un instituto para evitar que los jóvenes del barrio tengan que desplazarse a centros palmesanos e incluso al de Esporles en algún caso puntual, alejándoles de su hábitat natural. Los Jardines de la Infancia Pureza de María son otro punto clave dentro del plano educativo en la zona.
A nivel cultural, destaca la realización de diferentes actividades de dinamización, como la singular feria de artesanía Est-ART-Bliments, que tendrá luhar el próximo domingo 12 de mayo, de 10:30 a 14 horas en la Plaza de la Iglesia y en la Plaça Nova, en pleno epicentro de la barriada.
La movilidad es otro problema para los vecinos, especialmente para los niños y la gente mayor. Los primeros por la dificultad que conlleva llegar al colegio público en vías sin aceras y con pasos estrechos invadidos en algunas porciones por la vegetación. Por ello, reclaman aceras o un vial que una todo el perímetro desde el Secar de la Real y hasta Es Muntant para dar mayor seguridad a los vecinos. Al igual que la iluminación en vías secundarias, aunque al ser una zona rural con población dispersa resulta complejo.
«Necesitamos que inviertan en servicios, tenemos mucha población dispersa y moverse en ocasiones no es fácil. En especial la gente mayor, y más cuando deben ir al médico, por ejemplo, y el autobús ni pasa por allí ni por Son Espases», explica Cati Alorda, quien señala como uno de los grandes problemas de Establiments «la falta de aparcamientos y un espacio público para estacionar, incluso para ir al colegio o la farmacia», añade, a la vez que señala otro hándicap como el cierre de las oficinas bancarias.
Destacan desde el colectivo vecinal la mejoría del servicio por parte de Emaya, «especialmente el puerta a puerta, que funciona bien», aunque trabajan para eliminar los pilones que sirven para depositar las bolsas de basura, al no poder acceder a algunas calles o zonas los camiones de recogida. «Generan malos olores y suciedad y habrá que buscar alternativas», asegura Alorda, quien remarca la actitud del nuevo consistorio a la hora de mirar hacia Establiments, un espacio periférico extremo dentro del mapa de Palma, con un carácter y una historia que les permite poder presumir de una personalidad propia e intransferible.