Agentes de la Policía Local de Palma han denunciado a varios jóvenes, presuntamente simpatizantes de Arran, mientras realizaban pintadas en una de las paredes del cementerio de Palma. La base policial del 092 alertó a una patrulla de que en el Camí de Jesús había varios grafiteros. Con suma celeridad, una patrulla se dirigió al lugar y pudieron observar como el grupo de cuatro jóvenes, al detectar su presencia, se dividió en dos abandonando a la carrera el lugar.
Los dos chicos por el interior del cementerio y las féminas caminando por la acera en la dirección opuesta a la de los agentes. En un primer momento, las chicas desobedecieron la orden de alto de los policías, pero en cuestión de segundos fueron interceptadas. El requiriente del servicio y principal testigo identificó sin ningún género de duda como las que se encontraban junto a los otros dos varones realizando las pintadas. La leyenda que podía apreciarse en la pared del cementerio de Palma decía: «La llengua no es toca», siendo firmada la misma como 'Arran' y un dibujo de una persona lanzando lo que parece ser un cóctel molotov. Acto seguido se procedió a levantar un acta de sanción por realizar grafitis.
Del mismo modo, la investigación sigue abierta con la intención de identificar a los dos jóvenes que consiguieron darse a la fuga y dejar tiradas a sus amigas en el Camposanto. La Policía Local lleva meses realizando un exhaustivo control y vigilancia para evitar los grafitis. El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ya anunció que a partir del año que viene los grafitis en bienes catalogados pueden suponer actuaciones por la vía penal. Las sanciones se considerarán muy graves y podrían alcanzar hasta los 3.000 euros y si el infractor «es menor de edad, deberán responder los padres». Para combatir las pintadas vandálicas en toda Palma, Martínez aseguró que en los presupuestos de 2024 se incluirán «cámaras y drones que apoyarán las actuaciones del Ajuntament contra los grafitis».