La protección de la zona de es Carnatge, único tramo del litoral de Palma que no está urbanizado, ya es definitiva al publicarse en el Boletín Oficial de les Illes Balears el acuerdo adoptado, en este sentido, por el Ajuntament. El plan especial de protección, que afecta a una superficie de 27 hectáreas, plantea la restauración del espacio público mediante la regeneración de las zonas más afectadas, promueve su conservación y garantiza la recuperación de la flora y la fauna propia del área.
Para ello, según se destaca en la publicación, se habilitarán tres hábitats concretos de «interés comunitario prioritario» que corresponden a las dunas del litoral, las dunas con bosques y los prados mediterráneos con graminias. Asimismo, el documento establece que seis áreas más tengan la misma categoría pero sin ser prioritarias como, por ejemplo, los pinares o dunas móviles y los matorrales termomediterráneos. El desarrollo del plan especial, que corresponde a un órgano gestor que estará formado por un coordinador y un equipo técnico especializado de los departamentos de Medi Ambient e Infraestructures, también determina actuaciones para recuperar la fauna y la flora protegida y las especies endémica a recuperar como el vencejo negro, la gaviota corsa o algunas variedades de pino.
Otro de los puntos destacados del documento aprobado es la delimitación de los caminos y senderos de la zona que serán transitables y cuales no, así como la apertura de varias «vías de seguridad señalizadas» para preservar el resto del espacio natural. Esta protección, que está recogida en el nuevo Plan General de Palma, contempla incorporar al catalogo municipal cuatro de las edificaciones de la zona: el antiguo cuartel con el polvorín, las llamadas casas del Carnatge, las canteras y la batería para los cañones y su red de túneles. El nuevo texto, en este sentido, elimina la posibilidad de construir en el área el centro de interpretación educativo previsto originalmente.