«No faltan viviendas. Lo que sobra es precio», dice con contundencia Maribel Alcázar, presidenta de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma en relación a la aprobación definitiva del Plan General de Palma, que supone una reducción del suelo urbanizable. «Necesitamos un crecimiento, pero que sea muy moderado. Es cierto que el Plan General sigue manteniendo un crecimiento de la población de 60.000 personas para los próximos veinte años y nosotros pedíamos 30.000, lo que supondría que Palma sobrepase el medio millón de habitantes. Cualquier pueblo de 5.000 habitantes tiene más servicios que un vecino de una barriada de Palma», dijo Maribel Alcázar.
Pese a estas matizaciones, la presidenta de la Federació admite que «es un avance en la expansión ciudadana y en la locura constructiva. Mejora las zonas verdes y en la reserva de suelo se potencia la protección oficial así como la vivienda cooperativa y de construcción».
El pasado martes se aprobó en la gerencia de Urbanismo el Plan General Definitivo, que ahora inicia el proceso para ir al Pleno. El Plan Inicial se aprobó el 28 de octubre de 2021 y desde entonces se presentaron numerosas alegaciones de 892 entidades y ciudadanos. «Se han aceptado el 62 por ciento de las alegaciones presentadas y se han incorporado al Plan General definitivo. En el caso de las alegaciones vecinales, la tasa es del 70 por ciento», señaló Neus Truyol, la regidora de Model de Ciutat. Y una de las mayores demandas vecinales ha sido la de la reducción de suelos urbanizables en determinadas zonas.
«La aprobación inicial del Plan General preveía una superficie de suelos urbanizables de 268 hectáreas más el Parc Bit. La cifra actual se reduce a 235,10 hectáreas más el Parc Bit», dijo Truyol. El suelo urbanizable previsto se elimina por completo «en Son Sardina y s'Indioteria Sur, mientras que se reduce la superficie para construir viviendas en Son Cladera Nord (antes se preveían 15,5 hectáreas y ahora son 8,2), Son Cladera Sud (de 8,2 a 4,5 hectáreas), Son Puigdorfila (de 21,5 a 14,5 hectáreas) y Son Pardo», dijo Truyol. El próximo viernes se convoca un pleno extraordinario para la aprobación del Plan General definitivo, aunque quedará pendiente para otoño el Plan de Ordenación Detallado.
En Son Sardina se ha acogido con satisfacción la eliminación del suelo urbanizable, donde estaba previsto construir alrededor de 500 viviendas. «Es lo que habíamos pedido. Me parece demasiado drástico pero lo ha decidido el pueblo», señaló Agustina Fernández, presidenta de la Associació de Veïns de Son Sardina. Miquel Calafell, Estimam Son Sardina, plataforma que organizó una votación para decidir qué crecimiento querían sus habitantes, advirtió que «estamos contentos. La construcción de esta promoción de viviendas habría supuesto un colapso de Son Sardina».
En Son Gual, que ahora se considerará núcleo rural según el Plan General definitivo, el presidente de la asociación, Toni Vázquez, acogió con el cambio con tibieza: «Se limita el crecimiento pero Cort no está obligado a recepcionar Son Gual. Nos falta un PAC o una biblioteca».