Su voz y su mirada han estado presentes los últimos 36 años, recabando lo más destacado desde el punto de vista informativo que acontece en Mallorca. Margalida Solivellas ha dedicado una vida a ser corresponsal de TV3 en Palma, y sus crónicas han retratado los momentos clave de los últimos tiempos en el ámbito local. El atentado en Palmanova (Calvià), el mediático juicio del caso Nóos, muchas recepciones reales en Marivent, o la huelga educativa a consecuencia de la imposición del TIL en las aulas de Baleares son solo algunos de los reportajes más recordados.
Pero más allá de los grandes acontecimientos informativos, la periodista mallorquina se ha ganado el cariño de miles de telespectadores baleares que han obtenido, a través de sus ojos y con acento propio, una mirada cercana a la información más próxima, especialmente en los tiempos en que las Islas carecían de una televisión pública en catalán, sin perjuicio de la encomiable labor realizada por los periodistas del Informatiu Balear de RTVE.
Margalida Solivellas ha sido un referente, también, para aquellos que en un momento dado han decidido hacer de la información su forma de vida. El afecto a la delegada balear de sus compañeros en la televisión pública catalana ha quedado contrastado al emitirse en el informativo su última pieza, precisando que sería la última, y agradeciendo tanta dedicación y compromiso periodístico. Nuevamente, la reportera deja una lección para quienes la escuchan: «Seguiran passant moltes coses i altres ho explicaran. Així és la vida».
Por otra parte, las redes sociales se han llenado de mensajes de usuarios de Mallorca, y de otros puntos del ámbito lingüístico catalán, con los mejores deseos para la periodista en su nueva etapa.