Las dificultades para conseguir un taxi en Palma y las ya habituales colas en algunas paradas, como la del aeropuerto, ante la falta de vehículos para atender el servicio que reclaman ciudadanos y turistas siguen provocando quejas. En este sentido el Ajuntament de Palma asume que «no hay margen para hacer mucho más» por lo que traslada la responsabilidad de arreglarlo, «ya que el problema es generalizado en todo el litoral de la Isla», a la Conselleria de Mobilitat del Govern balear, «que es la administración que puede poner en marcha medidas concretas que solucionen la problemática a nivel de Mallorca. Cuando la situación es compartida con el resto de municipios el planteamiento debe hacerse a nivel global», según comentó a este diario Francesc Dalmau, regidor del área.
Dalmau recordó que esta temporada turística está superando todas las previsiones en lo que a llegada de turistas se refiere y que las empresas de rent a car tienen muchos menos vehículos que años anteriores, entre 50.000 y 80.000 menos según el sector, por lo que la demandas de taxis en determinadas zonas y horas se ha disparado.
El regidor, asimismo, apuntó que desde la EMT se han reforzado todas las líneas del litoral aprovechando los vehículos que se usan en invierno para los trayectos en zonas escolares y que, a petición del sector, se hizo un examen extraordinario para aumentar el numero de taxistas. El problema, según denunció la patronal hace unas semanas, es que sólo aprobaron 14 de 155 aspirantes. Dalmau también recordó que hace unas semanas se aprobó una moratoria hasta junio de 2023 por la que los taxistas tienen un año más –de dos a tres los de la clase A y B y de cuatro a cinco los de la C–, para sustituir sus vehículos y que han intentado equilibrar el servicio prohibiendo a los profesionales trabajar en el puerto y en el aeropuerto durante seis días al mes para evitar que el centro se quede sin servicio.
Sin embargo estas medidas, tal y como reconoce el regidor de Mobilitat Sostenible, «no han sido suficientes para paliar la falta de vehículos en según qué horas, a pesar de que, en este ámbito, hemos hecho lo que hemos podido». Una posible solución, que también ha pedido el sector, son las licencias estacionales o temporales que solo tendrían validez en épocas de más demanda. Sin embargo su tramitación, reconoce Dalmau, no es rápida, «ya que se tardaría, como poco, tres meses», por lo que descartó ponerla en marcha esta temporada. «Sí que la estudiaremos, juntamente con los representantes del sector, para el año que viene, aunque hay que tener en cuenta que la situación puede cambiar», destacó. El regidor emplazó a la Conselleria, «que me consta está trabajando en el tema» para que convoque a todas las partes implicadas a una mesa de dialogo.