Cort ha dado un paso atrás en su intención de crear un Acire (área de circulación restringida) en la calle Bonaire y, tras consensuarlo con vecinos y comerciantes de la zona, rebajará la pacificación de tráfico en la vía aplicando una zona ZAR, según confirmó el Ajuntament de Palma. La diferencia entre una denominación y otra es notable ya que, si se hubiera aplicado el Acire, el paso por la céntrica calle estaría restringido, autorizándose sólo a residentes, mientras que, con la nueva catalogación, la ZAR, se permite la circulación de todos los vehículos y únicamente se permitirá el aparcamiento a los vecinos, vehículos especiales y autorizados.
Esta decisión, según fuentes municipales, se toma tras las reuniones del regidor de Mobilitat, Francesc Dalmau, con los vecinos y comerciantes donde, aseguran, se les ha expuesto el funcionamiento de la medida y escuchado las peticiones de los afectados. Dalmau, según la nota que emitió Cort, «ha valorado positivamente el consenso conseguido y la cordialidad de la reunión». Asimismo, Dalmau se comprometió a estudiar las propuestas que le han hecho llegar los vecinos, como la necesidad de instalar más aparcamientos de bicicletas en la zona o nuevos espacios de carga y descarga. «Continuamos con el proceso de diálogo con entidades para dar pasos hacía una Palma con un tráfico más pacificado», aseguró.
La figura de la zona ZAR ya existe en otros puntos de la ciudad como en el entorno de la Plaça de la Reina y calle Conqueridor o la calle Josep Anselm Clavé. Esta catalogación, recuerdan desde el Ajuntament, es la que está previsto implantar de Avingudes hacía adentro como embrión de la zona de bajas emisiones en el marco del Pla de Mobilitat Urbana Sostenible. Esta medida provocó la reacción de los comerciantes de la zona quienes, a través de Afedeco, se congratularon de la rectificación del Pacte ya que intención inicial «perjudicaba enormemente» a los vecinos y establecimientos comerciales de la zona.
El apunte
Una medida que generó el rechazo de vecinos y comerciantes
La idea inicial del Ajuntament de instaurar un Acire en la calle para pacificar el tráfico provocó, hace unos meses, un amplio rechazo de vecinos y comerciantes. Cabe recordar que los afectados se movilizaron y convocaron diversas protestas para impedir una medida que, aseguraron, les perjudicaría. Ahora los afectados agradecen la rectificación pero lamentan «el desgaste» que ha producido las posturas encontradas. «Si se nos hubiera escuchado desde el primer momento todo hubiera sido más sencillo».