El área de Sanidad del Ajuntament de Palma ha clausurado de forma temporal o total hasta 256 establecimientos desde 2018. Solo este 2021 ha tramitado 700 expedientes relacionados con el ruido de locales y el incumplimiento de los horarios de cierre. Y eso que el ocio nocturno ha estado cerrado a cal y canto en 2021 prácticamente hasta mediados de octubre. Quizá por eso suponen 100 expedientes menos que el año anterior. De estos 700 expedientes, 476 tienen que ver con el ruido generado por los establecimientos y 202 con el incumplimiento de horarios.
Por su parte, el departamento de Actividades y Seguridad de Establecimientos del Ajuntament de Palma, que también tiene competencia en este área, abrió en 2021 hasta 69 propuestas de sanción: 27 terminaron en multa y 42 en sanción y paralización parcial (25) o total (17) de la actividad del negocio.
Joaquín de María, director general de Sanidad y Consumo del Consistorio palmesano, apunta que «Palma no es una ciudad caótica. Hay que encontrar el equilibrio entre hacer negocio y el derecho al descanso de los vecinos, pero lo más importante es proteger la salud». En este sentido, recuerda que de los 476 expedientes relacionados con problemas de ruido, hasta 221 derivaron en medidas correctoras que tuvieron que tomar los propietarios de los locales denunciados. Mejoras en el aire acondicionado, doble cierre de las puertas, insonorización del local, medidores acústicos... «Todo para proteger a los vecinos afectados», recalca el director general.
Las multas relacionadas con infracciones por ruido pueden llegar a los 600 euros si son faltas leves; de 600 a 12.000 si son graves; y de 12.000 a 300.000 si la infracción es muy grave, mientras que por incumplimiento de horarios las sanciones van de los 150 a los 1.800 euros. En este sentido, Joaquín de María recalca que «la intención del consistorio no es multar al bar, si no solucionar problemas».