Los vecinos de la calle Polvorín, de Palma –y los de las calles de alrededor–, y sobre todo los de las viviendas próximas al parque de Bellver, están desagradablemente sorprendidos por la iniciativa que ha tomado el Ajuntament de convertir lo que era parque de esparcimiento para niños y mayores del lugar, dotado, además, de castillo, zona de arena, tirolina, etc., en un súper parque de atracciones.
Tala de pinos
Y están sorprendidos no gratamente por varias razones: por no haber contado con ellos, «ya que lo han decidido unilateralmente, cuando lo suyo es que nos hubieran preguntado». Y están molestos también porque no entienden por qué quitan un parque que funciona perfectamente, y a gusto de todos, para construir otro, mayor y más dotado en cuanto a elementos de ocio, lo que supondrá un gran gasto que se podría destinar, por ejemplo, a arreglar la calle, que es el gran problema de la barriada, que también requiere arreglos «lo cual padecemos todos los que vivimos aquí, y que Cort no lo desconoce».
En pleno bosque, en la otra parte de la carretera que llega hasta las instalaciones de la policía montada, vemos a un grupo de chavales, pertenecientes a una asociación, subiendo a una furgoneta que han dejado aparcada. «Suelen venir a pasar la mañana por aquí… Pero como fuera del parque no hay sitio para aparcar, tienen que dejarla aquí, en el bosque.
¿Se imaginan cómo se puede poner esto de coches y de gente en el momento que empiece a funcionar el súper parque de atracciones que Cort quiere construir? Nosotros no estamos en contra de los parques –señala uno de los vecinos–. Todo lo contrario. Pero si ya hay un parque con el que estamos a gusto todos, ¿por qué desmantelarlo para construir otro?
Porque, repito, si para quienes vivimos aquí es más que suficiente, y más cuando en esta zona hay otras prioridades, ¿por qué otro parque dentro de este? Tampoco queremos que esto se llene de gente y de coches… Porque como no hagan un aparcamiento, ¿dónde quedarán los coches, si no esparcidos por aquí…?».
Muchas prioridades
Los vecinos también lamentan que el Ajuntament se ponga manos a la obra en lo del nuevo parque de atracciones, permitiendo que cuando llueva el agua siga desbordándose por la pendiente inundando todo esto –el vecino que nos habla señala a su alrededor–, como viene sucediendo hasta hoy, y que a partir de ahora, con la poda de esos pinos, puede incrementarse… Que como suceda, que es lo más probable, veremos hasta qué punto el murito de contención que hay frente a las viviendas podrá aguantar. O si se produce un incendio, que puede –indica otra vecina–, ahora mismo no se disponen de medios adecuados para poder sofocarlo.
Por otra parte, tampoco nadie de los allí presentes entiende cómo han cortado los pinos, cuando, y más en una zona como esta, está prohibido. O que el lugar siga sin contenedores, ni siquiera una triste papelera. O que cuando llaman a la policía, y eso que está aquí cerca, no venga… Por tanto, –y es también el sentir de todos–, ¿por qué no dejar el parque como está, e invertir el dinero del súper parque de atracciones pensado en arreglar calles del barrio, que lo mires como lo mires, está hecho un desastre…?
Los vecinos, como decimos, están pero que muy enfadados con la decisión del Ajuntament de construir un súper parque donde ya hay otro que cumple sus necesidades, «y encima –dicen– nos hemos tenido que enterar por la prensa… ¿Por qué antes de tomar esa decisión no nos han preguntado…? ¿O es que el ciudadano solo les interesa para el voto?
Carta con firmas para Cort
Y como no están de acuerdo con la decisión, están escribiendo una carta a Cort, que entrará por la ventanilla correspondiente, a través de la cual pedirán las explicaciones convenientes, y a la vez expondrán sus puntos de vista en contra de tal decisión, no descartando –así se lo expondrán en el escrito– que en un futuro el lugar se pueda convertir en zona ideal para botellones, e insistiendo en que el dinero presupuestado para el súper parque se invierta en las mejoras que el barrio necesita. En mejorarlo, que es lo más lógico. Porque lo que sí es un auténtico despropósito es tener las calles del barrio como están y dañar el bosque para hacer un parque dentro de otro que ya funciona.