Desde Restauración CAEB se mostraron este martes favorables a la propuesta del nuevo Plan General, que establece la limitación de los nuevos establecimientos de restauración: un máximo de tres en un radio de 50 metros. Alfonso Robledo, presidente de Restauración CAEB, dijo que «ya planteamos el control de las licencias porque quieren peatonalizar muchas calles. El propietario de un local prefiere un bar, que paga hasta 3.000 euros de alquiler. La ciudad no puede acabar llena de cafeterías».
Joan Cerdà, presidente de la demarcación de Mallorca del Colegio de Arquitectos de Baleares (COAIB), expresó su «satisfacción por tener un Plan General después de 23 años. Al final la herramienta es participativa y eso está muy bien».
La Asociación de Constructores de Balears señaló que «en líneas generales suena bien la música, pero habrá que ver. Se da mucha importancia a las VPOs, lo que nos parece bien». Óscar Carreras, representante de los constructores en la gerencia de Urbanismo, dijo que «se ha desclasificado bastante suelo urbanizable y eso encarece el suelo». Luis Martín, presidente de la Asociación de Promotores, indicó que «todo lo referente a las VPOs es muy bonito pero habrá que ver la letra pequeña. Está muy bien lo de la ciudad compacta y verde. En la desclasificación de suelo, hay que tener en cuenta a la clase media y los jóvenes».
La presidenta de la Federació d'Associacions de Veïns, Maribel Alcázar, dijo por su parte que «vamos a dar apoyo técnico y formación a las asociaciones para que puedan presentar alegaciones. Las bases del plan están bien».
Mientras, el PP de Palma anunció ayer que decidirá su voto de cara al pleno, pero avanzó que seguramente no apoyará el PGOU «ya que nos genera muchas dudas que vaya a dar respuesta a las necesidades de Palma respecto a mejorar el acceso a vivienda, por su reducción de suelo disponible», afirmó Julio Martínez. Además, incluye medidas en movilidad «que pueden estrangular la dinámica de la ciudad». Por último, el edil dijo que «queremos tener más claro el coste de esta revisión, si es asumible sin incrementar la presión fiscal». Por lo pronto, ayer el PP se abstuvo en la votación de la Gerència d'Urbanisme que aprobó inicialmente el PGOU.
Vox también se abstuvo ayer. Su portavoz, Fulgencio Coll, afirmó que «no podemos aprobar un documento que se ha hecho dentro de un gran secretismo y donde no ha habido tiempo para analizarlo». Coll se preguntó si en estos dos últimos años ha habido la adecuada participación. El grupo esperará al pleno «para tomar una decisión tras un análisis profundo del documento».
Cs Palma también se abstuvo ayer y su portavoz, Eva Pomar, anunció que «presentaremos alegaciones para mejorar el plan y quitarle cualquier atisbo de ideología». Pomar apostó por tener «un PGOU participativo, consensuado con la sociedad, y que dé respuesta a las necesidades actuales, y futuras, de nuestra ciudad, no las de hace 20 años».