Palma ya tiene un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que recoge las medidas que definirán el desarrollo de la ciudad durante los próximos 20 años. El planeamiento, presentado este lunes por el alcalde, José Hila, y la regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, limitará la apertura de nuevos bares y restaurantes, multiplicará por ocho el número de viviendas sociales, soterrará al menos en parte la vía de cintura y recuperará 980 hectáreas de la red actual de calles para el peatón y la bicicleta, entre otros objetivos. Estos son sus seis ejes.
1 Protección y uso racional del territorio
El primer eje es la protección y uso del territorio, a partir de una previsión moderada del crecimiento poblacional, según la cual Palma crecerá hasta 2040 en 66.892 habitantes hasta llegar a las 518.435 personas. El plan prevé una reducción del consumo del territorio, con una previsión de nuevos crecimientos en urbanizable de 268,29 hectáreas, que supone una reducción del 46 % respecto al planeamiento previsto en el avance de 2014. Otra de las medidas en este primer eje es el incremento del suelo rústico protegido con el objetivo de preservar el medio rural y evitar la construcción fuera del tejido urbano. Para ello se desclasifican hasta 212,31 hectáreas en Son Gual, Gènova, Puntiró, Son Garcies Vell y parte de Son Pardo.
2 Ciudad abierta al mar y a la naturaleza
Aquí las medidas que recoge el plan pasan por la creación y ampliación de la red de corredores y parques verdes. En concreto propone una superficie estimada de 5.195.725 metros cuadrados de espacios libres, de los que el 43,5 %, es decir 2.262.267 metros cuadrados, son nuevos. Además, el plan ordena el frente litoral en dos proyectos estratégicos como son la renaturalización de la Platja de Palma y el planteamiento del frente marítimo comprendido entre el Moll Vell y el Portitxol como uno de los espacios de oportunidad más importantes de la ciudad. Aquí se contempla la apertura al mar del lago y el paseo del Parc de la Mar, la creación de un nuevo espigón y un incremento de la superficie de la playa así como la disminución de los carriles de tránsito. También está prevista la creación del parque agrario como apuesta por la soberanía alimentaria.
3 Humanización de la ciudad y movilidad sostenible
A fin de reducir la dependencia del vehículo privado se plantean medidas como definir la red de conectores verdes urbanos, que conectarían de forma radial y circunvalar los barrios. Estos conectores estarán formados por espacios ajardinados y calles de uso preferentemente para viandantes y bicicletas. También se contempla una red básica de superislas (como Son Busquets o la antigua prisión) en las que el tránsito interior estará limitado. Si se completarse la implantación de este modelo de superislas, se podrían recuperar para la ciudadanía hasta 980 hectáreas de la actual red de calles, que pasarían a convertirse en espacios públicos de convivencia. Para fomentar el transporte público se contempla el fomento de la intermodalidad gracias a la creación de puntos de intercambio. Se define la red de intercambiadores de transporte vinculados a áreas de nueva centralidad como es el nudo de Son Bordoy o el de Portopí. La última medida en este eje es la remodelación de la vía de cintura. Aquí se contempla una de las mayores transformaciones urbanas mediante el soterramiento parcial o total de esta vía a fin de reducir la barrera que ahora supone a barrios como el Rafal, Vivero, Son Güells, Son Gotleu, La Soledat o Nou Llevant.
4 Vivienda protegida y mezcla de usos
El cuarto eje contempla una ciudad policéntrica y con mezcla de usos con nuevos centros de referencia a fin de romper con la bicefalia del centro histórico y el resto del municipio. En concreto se delimitan 36 nuevos centros de referencia que incluyen grandes equipamientos públicos zonas verdes y vivienda asequible. Por ejemplo la carretera de Puigpunyent se ha de convertir en un bulevar tipo Rambla con una amplia plataforma central ajardinada y el tejido residencial se mezclara con espacios de trabajo equipamientos y zonas verdes conformando nuevos centros de referencia. Además, el plan de usos que ahora impide que en las calles peatonales haya más de tres bares o restaurantes en un radio de 50 metros alrededor se extiende al resto de la ciudad, para asegurar la mezcla de usos y facilitar la convivencia. En cuanto a la vivienda, el plan calcula una demanda de 53.218 viviendas en los próximos 20 años, el 40 % de las cuales se encontrará optimizando las existentes y el resto se deberán construir, pero solo un 18 % estará en suelo urbanizable, en nuevos barrios. Para asegurar el acceso a la vivienda, el plan establece que el 47 % de la nueva vivienda será social, lo que implica que en 20 años se ampliará el parque en 10.737 y se multiplicará por ocho la cifra actual.
5 Ciudad autosuficiente y crisis climática
El PGOU apuesta por cerrar el ciclo del agua mejorando los sistemas de saneamiento y eliminando los vertidos al mar.
6 Diversificación económica, una ciudad de encuentro
Por último, el nuevo modelo productivo del plan propone 10 áreas de nueva centralidad que son el distrito innovador Nou Llevant, el Pol Marí del Moll Vell, el Parc Bit-UIB, el Eixample Nord, el Eixample de Ponent Son Pardo, Son Castelló Sud, el Litoral Llevant, el Litoral de Ponent y Son Güells.