Emaya ha decidido prorrogar y rebajar de diez a solo dos euros el metro cuadrado la tarifa bonificada del servicio para eliminación de pintadas vandálicas en las fachadas que dan a la calle de los inmuebles privados. Este nuevo servicio se puso en marcha hace un año por la empresa municipal con el objetivo de fomentar la limpieza y la eliminación de los grafitis en toda la ciudad.
El presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, informó este jueves de que la tarifa bonificada, se mantendrá, al menos, durante dos años más a fin de animar a los propietarios de viviendas en las que haya pintadas a solicitar a la empresa municipal su limpieza.
En el primer año de funcionamiento del servicio, la empresa ha recibido un total de 144 solicitudes para limpiar grafitis en inmuebles privados, una cifra que Perpinyà consideró «totalmente insuficiente». Cort no tiene un inventario del número de pintadas que pueden existir en viviendas privadas de Palma, «solo podemos decir que son muchas», dijo el concejal.
El precio de dos euros el metro cuadrado, explicó Perpinyà, «es puramente simbólico, pero sirve para justificar que desde la empresa municipal se realice este servicio en espacios privados», pues, como se recordará, en el caso de los inmuebles privados la eliminación de las pintadas corresponde a los propietarios de los edificios.
Así, desde Emaya se puso en marcha este nuevo servicio con unas tarifas de 82,9296 euros en metro cuadrado para grafitis rellenados (es decir pinturas completas y coloreadas) y 54,8385 euros el metro cuadrado para grafitis sin rellenar (como escritos, firmas o dibujos simples). Pero para el primer año de entrada en vigor de la medida se acordó bonificar esa tarifa y aplicar un precio único de 10 euros el metro cuadrado.