El consejo de administración de Emaya aprobó este martes el convenio de colaboración con la sociedad mercantil estatal Aguas de las Cuencas de España S.A. (Acuaes) para la ejecución y explotación de la nueva planta depuradora que se está previsto que se empiece a construir en 2023 y finalice en 2026. Hasta ese año, por tanto, no quedará solucionado de forma definitiva el problema de los vertidos al mar de aguas residuales cada vez que llueve, pero para el próximo verano ya se notará una gran mejoría gracias a otras obras que se están ejecutando por parte de Emaya, que permitirán reducir estos vertidos en hasta un 90 %.
Así lo aseguró el presidente de Emaya, Ramon Perpinyà, durante la visita a las obras de una de esas nuevas infraestructuras, la del tanque de tormenta, que estará finalizada en abril de 2022 y que junto al nuevo colector interceptor permitirá la reducción de los vertidos de aguas mixtas (pluviales y fecales ) al mar.
El edil destacó que se trata de actuaciones del Plan de Saneamiento de Palma complementarias a la nueva depuradora, como también los son la separación de redes en Son Castelló o la renovación del saneamiento en la Platja de Palma, todas ellos proyectos que ayudarán a evitar los vertidos al mar.
A la visita acudieron también la delegada del Gobierno, Aina Calvo; el alcalde de Palma, José Hila; el conseller de Medi Ambient i Territori, Miquel Mir.
En cuanto a la nueva depuradora, el Ajuntament recordó que el convenio establece que el 80 % de la financiación de esta infraestructura, cuyo presupuesto previsto es de 131 millones, correrá a cargo de Ministerio de Transición Ecológica, y el 20 % restante a cargo del Govern balear.
Perpinyà aseguró que la nueva depuradora es «una pieza clave en el objetivo de los vertidos cero». La actual planta, dijo, data de los años setenta, «y ha quedado obsoleta después de 40 años de funcionamiento». La nueva depuradora tendrá una capacidad de tratamiento media diaria de 90.000 metros cúbicos de agua, con puntas de hasta 135.000 metros cúbicos, lo que supondrá duplicar la capacidad actual.
Desde Ciudadanos Palma, no obstante, se alertó que la financiación de esta depuradora «está supeditada a la llegada de fondos europeos», y que si este dinero no llega «el Gobierno central solo pagará el 50 por ciento de la obra, incumpliendo así su compromiso de financiar el 80 por ciento».