Fisioterapeuta de formación, y formada en atención geriátrica, y gestión de centros socio sanitarios, María Luisa Salom acaba de asumir la dirección de la residencia de mayores Fontsana Son Armadams.
—Después de pasar por una de las épocas más difíciles de la historia de las residencias, ¿cómo afrontan esta nueva etapa en Fontsana Son Armadams?
—Pues con muchísima ilusión y con el firme compromiso de garantizar una vida de calidad a todos nuestros residentes que, tras todo lo que han padecido, se merecen volver a ser felices. En este sentido nuestras prioridades van a ser mejorar nuestras instalaciones; impulsar el programa de actividades de ocio y entretenimiento; potenciar la oferta gastronómica y consolidar una atención más humana y cercana.
—En relación a lo primero, acaban de renovar todas sus habitaciones, ¿verdad?
—En efecto, contamos con las habitaciones más grandes del mercado, y las hemos reformado para dotarlas de un ambiente mucho más moderno y acogedor, para que nuestros residentes se sientan como en su casa. Además, incorporaremos un centro de día y mejoraremos nuestras zonas comunes.
—¿Tienen parejas en la residencia?
—Sí, y es algo novedoso. Durante las entrevistas que mantuvimos después del confinamiento con familias que buscaban plaza para sus mayores, identificamos algunos casos de personas que necesitaban atención socio sanitaria, pero que no se animaban a venir por no separarse de sus parejas; y otros que habían sido aceptados en residencias públicas, pero no les daban plaza en el mismo centro. Por eso se nos ocurrió crear una promoción para facilitar que las parejas puedan estar juntas, y ha tenido bastante buena acogida. De hecho, ya contamos con algunos nuevos clientes bajo esta modalidad.
—Respecto a la animación, ¿es un punto diferencial de Fontsana Son Armadams?
—Pues ese es nuestro principal reto para esta nueva etapa de la residencia. Muchos de nuestros residentes nos eligen para sentirse acompañados, y la realización de actividades lúdicas beneficia tanto su estado físico como, sobre todo, su estado anímico. Queremos que nos conozcan como la residencia más segura y entretenida de Palma.
El pasado mes de abril retomamos los talleres de manualidades que solíamos hacer antes de la pandemia, y este mes de mayo hemos organizado nuestra primera fiesta que, con la participación de una DJ, fue todo un éxito. La verdad es que, después de meses tan complicados, fue muy emocionante ver la cara de alegría que tenían muchos de los residentes al poder gozar de un espectáculo al aire libre, aun manteniendo los estrictos protocolos de seguridad, grupos de convivencia y de distancia social.
—¿Qué otras actividades tienen previsto hacer?
—Pues en estos momentos estamos ultimando el programa de ocio para este verano, que incluirá eventos de todo tipo. Desde jornadas temáticas y actuaciones musicales, hasta clases de aquagym en nuestra piscina, pasando por una barbacoa al aire libre, o la preparación de un pequeño huerto urbano, entre muchas otras actividades.
—Otro de los temas importante cuando se habla de residencias, es la comida. ¿Cómo es la oferta gastronómica de Fontsana Son Armadams?
—Así es. La alimentación es un tema muy importante en el cuidado de las personas mayores. No sólo por la necesidad de tener en cuenta las patologías que muchos de ellos padecen, a la hora de elegir si incluir o evitar ciertos alimentos; sino también por el trabajo que hay detrás de la presentación de los platos, para lograr que atraigan su atención. La falta de apetito es algo común en las personas mayores, y lo ha sido especialmente durante la pandemia, así que hemos trabajado muy estrechamente con nuestra nutricionista para diseñar platos muy nutritivos y atractivos a la vista.
—Antes comentaba que otro de sus objetivos era consolidar una atención más humana y cercana. ¿Es ése otro factor diferencial de Fontsana Son Armadams?
—La pandemia ha afectado muchísimo a las residencias, pero, por otra parte, ha dado visibilidad a un sector al que hasta ahora no se le prestaba atención. Y eso que el segmento de las personas de más de 65 años es el que más ha crecido en los últimos años.
Después de todo lo que ha pasado, y ahora que la seguridad ha vuelto a los centros gracias a la vacunación, es el momento de plantearnos, como sociedad, cómo queremos que envejezcan nuestros mayores, y nosotros mismos. Ya que, si hay algo que nos iguala a todos, es el hecho de que antes o después nos haremos mayores.
Por eso es necesario profesionalizar este sector, para garantizar unos cuidados de calidad y una atención cercana, individualizada y que ponga a las personas en el centro de la organización. Para conseguirlo necesitamos a gente preparada y con vocación de escucha y servicio.
En Fontsana Son Armadams estamos trabajando mucho este aspecto y, por ejemplo, estamos implantando una nueva política de calidad, basada en la creación y automatización de procesos, y en la realización de encuestas periódicas, que tienen como objetivo lograr una mejora continua de todos los servicios que prestamos.
Fontsana Son Armadams, con más de 15 años de experiencia, es una de las residencias más conocidas de Palma. Ubicada a 5 minutos del Paseo Marítimo, y disfrutando de privilegiadas vistas del Castillo de Bellver, el centro es gestionado por Fontsana Senior Living Group, el 3er grupo de residencias privadas más grande de Baleares.