La carta en la que la Plataforma Comunitat Negra, Africana y Afrodescendent de Mallorca critica a la regidora de Justícia Social de Cort, Sonia Vivas (Unidas Podemos), por la anunciada campaña Stop Racismo, amenaza ahora con romper la estabilidad del Pacte de Cort. Y es que detrás de la carta está Més.
Unidas Podemos en Palma solicita el cese de Catalina Trobat, coordinadora general de Benestar Social en Cort (de Més), «por pérdida de confianza» e insta a los socios del gobierno municipal –Més y PSOE– «a una reunión urgente de seguimiento del Pacte».
El partido de Sonia Vivas, una vez publicada en Ultima Hora la carta de la plataforma dirigida a la edil, trató con «el personal técnico del área de encontrar a las personas que conforman dicha plataforma y supimos que en ella había Guillem Balboa, representante de Més per Mallorca, que también es coordinador y portavoz en el Consell de dicha formación política». Añade la formación que, «casualmente, Guillem Balboa se había enarbolado semanas antes (...) como creador y responsable de dicha plataforma».
Sospechas
«Las sospechas de que se trataba de uno de los máximos exponentes de un partido que es socio de gobierno junto con Unidas Podemos en distintas instituciones se confirmaron de manera clamorosa cuando el día 18, a las 15.00 horas –más de 24 horas después de que la noticia saltase a prensa– el mismo Guillem Balboa junto con Catalina Trobat, coordinadora general de Benestar Social, accedió al centro Flassaders, para dejar dicha carta a la regidora».
Ante «la claridad de hechos que indican que la histórica militante de Més per Mallorca (Catalina Trobat), que, además es coordinadora general de Benestar Social –cargo que precisa de la aprobación por Junta de Gobierno para su nombramiento y de la confianza de todos los regidores de gobierno–, ha actuado de mala fe y contra el trabajo desarrollado en la regiduría, solicitamos que sea apartada de sus funciones de manera inmediata por deslealtad manifiesta al pacto de gobernabilidad».
Unidas Podemos considera que «esa es una línea roja» y que «usar los movimientos sociales para atacar a socios políticos es algo que erosiona los acuerdos de gobernanza firmados en las distintas instituciones».
El partido deja claro en su comunicación que «no vamos a tolerar que ninguno de los socios con los que pactamos gobiernos institucionales manejen desde atrás e instrumentalicen los movimientos sociales de la ciudad para intentar ganar rédito electoral».