Las medidas implementadas por el Ajuntament de Palma para controlar la plaga del picudo rojo en la ciudad son efectivas, según las conclusiones del estudio del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea), en el que participa la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
Los resultados muestran que la probabilidad de infestación de la especie invasora Rhynchophorus ferrugineus en palmeras canarias del espacio público afectaba desde 2011 a 2014 a una de cada cinco, mientras que en los últimos años esta cifra se ha reducido al 3 %, ha explicado Imedea este lunes en un comunicado.
La entidad ha recordado que el picudo rojo llegó a Mallorca en 2007 y que, desde 2011, el servicio de Parques y Jardines de Cort ha puesto en marcha diferentes medidas para controlar la plaga. En concreto, se ha intensificado el seguimiento, el tratamiento con insecticidas y el saneamiento mecánico de las palmeras públicas.
En los últimos años, el consistorio también ha desarrollado un censo georeferenciado de palmeras privadas acompañado de su seguimiento periódico, unido a campañas de concienciación dirigidas a los propietarios de palmeras privadas.
La entidad observó que la relación de palmeras privadas frente a públicas en el municipio era de cinco a una, y que «la clave de la estrategia partía de trabajar en ambos sentidos de forma paralela».
El control de palmeras públicas ha ocasionado una reducción considerable de las probabilidades de infestación de palmeras, especialmente en aquellas zonas con mayores números de palmeras tratadas vecinas, ha detallado Imedea.