Los cruceros llegados a Palma a lo largo de 2018 habrían quemado hasta 63.369 toneladas de combustible durante su amarre en el puerto, mientras que el petrolero Prestige vertió en aguas gallegas cerca de 70.000 toneladas en el 2002, según Terraferida. Según los cálculos de la entidad, esta cantidad es equivalente al consumo de 18.890 coches dando la vuelta a toda la circunferencia de la Tierra.
La investigación de Terraferida se ha centrado en la recopilación y análisis de los datos relativos al número de visitas de los cruceros en Palma publicados en la web de Ports de Balears.
La organización ha consultado el registro histórico de los amarres de todos los barcos entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2018, revisando una a una las operaciones y discerniendo los cruceros a partir de la información que aporta la Autoridad Portuaria.
Por ello, la entidad ecologista ha pedido públicamente reducir el turismo de cruceros, asegurando que en ningún momento haya más de uno amarrado en el puerto, así como mejorar los sistemas de control y monitorización de las concentraciones de gases y partículas.
Asimismo, piden el despliegue de sensores que permitan un seguimiento riguroso de sus concentraciones, así como que se informe a la población de los resultados del control y monitorización de las concentraciones de gases y partículas proporcionados por los sistemas de medición.
La organización exige además, controlar, por parte de la Autoridad Portuaria, las operaciones de cambio de combustible en el puerto y las certificaciones ambientales de los barcos.
Por último, piden regular mediante la Ley de Cambio Climático todos los aspectos relativos a la actividad de los cruceros en que la Administración autonómica tenga competencias, como, por ejemplo, los objetivos de reducción de emisiones de gases contaminantes.
Visitas de cruceros
Los datos muestran como Palma recibió 591 visitas de cruceros a lo largo de 267 días que supusieron un total de 8.464 horas de funcionamiento de los mo- torso a puerto. Más del 70 por ciento de los días de 2018 hubo como mínimo un crucero al puerto.
Concretamente, durante 96 días sólo hubo un crucero, durante 74 días coincidieron dos, durante 55 días, tres y durante 29 días, cuatro.
Los días con más afluencia fueron el 24 y 28 de abril, el 15 de mayo, el 28 de junio, el 28 de julio, el 18 y 22 de septiembre y el 9, 13, 16, 27 y 28 de octubre, con 5 cruceros cada día. El 1 de mayo llegaron a coincidir seis cruceros en un día.
Los cruceros con más visitas fueron Costa Diadema, con 48; Aidaprima, con 30; Norwegian Epic, con 28; Marella Explorer, MSC Fantasia y Simphony of the Seas, con 27 cadaun; Marbella Dream i MSC Divina, con 26 cada uno y Costa Victoria, con 25.
La estancia mediana de los cruceros a puerto fue de 16 horas y 45 minutos.
Comparativa con Es Murterar
Por otra parte, y teniendo en cuenta que los cruceros no apagan nunca los motores y que en puerto funcionan al 75 por ciento de su potencia máxima, los cruceros atracados al puerto de Palma durante 2018 habrían abocado a la atmósfera 202.310 toneladas de CO2, más de 5.000 toneladas de óxido de nitrógeno, más de 3.000 toneladas de dióxido de azufre, 776 toneladas de partículas, 293 toneladas de monóxido de carbono y 178 toneladas de hidrocarburos no quemados.
Para entender mejor la magnitud de las emisiones generadas por los cruceros a puerto, Terraferida ha comparado las cantidades generadas por la Central de Es Murterar durante todo el 2015, que funciona durante 24 horas cada uno de los 365 días del año. Así, se observa que el 2018 los cruceros emitieron hasta el 10 por ciento más de toneladas de CO2 que emite la central.