Los bañistas que acuden estos días del mes de junio a la Platja de Palma se sorprenden de que, a diferencia de otros años, a estas alturas del año todavía no están disponibles actividades acuáticas, tales como el alquiler de velomares, bananas, aqua rocket o paddle surf.
La razón del retraso en la puesta en marcha de estos entretenimientos tan populares es la entrada en vigor del Real Decreto 79/2019, de 22 de febrero, por el que el Gobierno central regula que las actividades humanas en el mar, incluidos estos negocios playeros, sean compatibles con los objetivos de conservación. De esta forma, el nuevo texto legal incrementa la medidas de protección ambiental de las playas de manera que no se comprometa la conservación de los ecosistemas marinos.
Así, para obtener la autorización o aprobación de las actuaciones incluidas en el ámbito de aplicación de este real decreto, que en el caso que nos ocupa se solía conceder en años pasados de forma automática, los municipios deben contar con el informe favorable del Ministerio para la Transición Ecológica respecto de la compatibilidad de la actividad.
La tramitación de este informe, que requiere toda una serie de documentación, es el motivo del retraso en la concesión de los permisos para la puesta en marcha de este tipo de deportes playeros en la Platja de Palma. El Gobierno asegura que, con carácter general, el informe de compatibilidad tendrá un periodo de vigencia de cuatro años desde su notificación.
Llegados a este punto, ni desde el Ajuntament de Palma ni desde Demarcación de Costas pueden confirmar en estos momentos cuándo estará listo el permiso y la empresa adjudicataria del Consistorio, que en la Platja de Palma es Mar de Mallorca, podrá empezar a ofertar el alquiler de estas actividades. No obstante, la empresa adjudicataria puede, a su vez, subcontratar algunas de estas actividades.
En cuanto a los servicios obligatorios por ley de una playa, es decir, sombrillas, hamacas, vigilancia por parte de socorristas, pasarelas de madera para la accesibilidad, colocación de boyas o limpieza, desde el Consistorio palmesano se confirma que ya están en marcha o instalados, ya que en este caso los permisos se han tramitado al igual que en años pasados.
Ciutat Jardí
Otro tipo de retraso afecta a la instalación de sombrillas y hamacas en la playa de Ciutat Jardí, una de las cinco del municipio palmesano. En este caso, según se explica desde el Consistorio, el motivo es una demora en el proceso de adjudicación del servicio por la renuncia de algunas de las empresas candidatas, bien por no cumplir todos los requisitos administrativos exigidos u otros problemas y eso ha ido alargando el proceso, en el que la ley marca unos plazos que se deben respetar. No obstante, para primeros de julio se espera que esté resuelta la adjudicación y la playa cuente con estos servicios. Desde Cort se informó, por último, de que la adjudicación de la dotación de estos elementos en el caso de la Platja de Palma caduca en 2023.