«Ya no tengo ninguna esperanza de que el PEP de es Jonquet se pueda aprobar esta legislatura». Así de tajante se mostró el teniente de alcalde de Urbanisme en el Ajuntament, José Hila, sobre el Plan Especial de Protección de este singular barrio palmesano, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consell en el año 2009.
La razón, explicó, es que no ha llegado a tiempo el último de los informes precisos, en este caso el que debe elaborar el departamento de Recursos Hídrics, del Govern.
De esta forma, el plan de protección deberá esperar al próximo mandato y si la izquierda no vuelve a gobernar está por ver si los nuevos responsables políticos aprobarán el texto que se ha redactado o elaborarán uno nuevo. De ser así, la aprobación de este plan, que está pendiente desde hace diez años, se podría retrasar aún más.
El PEP redactado por el Pacte contempla que los dos molinos de es Jonquet que son de titularidad privada y están en ruinas, calificados hasta ahora como equipamientos socioculturales y recreativos privados, al final se podrán convertir en viviendas.
Este es uno de los aspectos que no gusta a miembros de la Plataforma Salvem Es Jonquet. Los residentes reconocen que el plan «es mejor que el que había antes», pero insisten en que «no que queremos un plan mejor, queremos el mejor plan posible», por lo que sienten que con este PEP «se está perdiendo una oportunidad» y reclaman una protección más restrictiva.
Otro de los aspectos de discordia es el relacionado con las visuales (las vistas desde es Jonquet hacia Palma y el mar y viceversa). Algunos vecinos consideran que no quedan verdaderamente protegidas, como exige el BIC, pues opinan que las construcciones que se van a hacer en el solar de Rentadors interfirieren con estas visuales.