La Conselleria de Salut del Govern Balear ha informado que aumentará la vigilancia para detectar la posible llegada de la variante africana de la viruela del mono (Clado 1) y ha lanzado un mensaje de «tranquilidad» puesto que la situación epidémica no ha variado respecto a 2022.
En un comunicado este miércoles, después de la comisión de Salud Pública a la que han asistido responsables de estos departamentos de todas las comunidades autónomas, la Conselleria balear ha señalado que Salud Pública mantiene las recomendaciones a la población diana para la vacunación.
En la reunión, a la que ha asistido la directora general de Salud Pública del Govern, Elena Esteban, se ha recalcado que la situación epidémica de esta enfermedad no ha variado nada con respecto a lo que sucedió en 2022 ni en España ni en Europa y se ha decidido una serie de acciones.
Así, aunque el laboratorio de Microbiología de Son Espases tiene capacidad para secuenciar las muestras positivas, también las remitirá al Centro Nacional de Microbiología de Madrid para que haga la determinación. En esta línea, Esteban ha señalado que se empezará a identificar el clado cuando se detecte un nuevo caso.
Una medida que se llevará a cabo con todas las muestras positivas que surjan a partir de ahora y se realizará también de forma retrospectiva con algunas muestras que se mantienen desde el inicio de la expansión de la enfermedad en 2022. El objetivo es saber si la variante africana ya había circulado antes de la alarma sanitaria decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otra parte, a los contactos estrechos de las personas afectadas se les dosificarán dos vacunas en lugar de una, como marcaba el protocolo durante el repunte de casos de 2022. Por ello, Salud Pública realizará una recaptación activa a las personas a las que se administró entonces una sola dosis.
También se recomienda la vacunación a los colectivos de riesgo que vayan a viajar a los países africanos afectados por el repunte de casos. Los responsables de Salud Publica autonómicos han concluido que hay que trabajar en origen, en los países afectados del continente africano. Por ello, se les remitirán unas 100.000 dosis que se hallan en los almacenes del Ministerio de Defensa.
También se ha decidido dar una información preventiva más amplia dirigida a los hombres que tienen sexo con hombres, a sus contactos cercanos, a los profesionales de la salud, a los trabajadores de los aeropuertos y a las personas que vayan a viajar a los países africanos afectados por el repunte de esta enfermedad.
Sobre la población diana para la vacuna de última generación contra la viruela del mono, la Comisión de Salud Pública ha decidido mantener los grupos establecidos en la actualidad, que son personas con prácticas sexuales de alto riesgo con múltiples parejas o que hayan tenido infecciones de transmisión sexual recientemente, así como trabajadores de la salud expuestos a pacientes con prácticas de riesgo y personal sanitario que maneja muestras de laboratorio potencialmente contaminadas o quienes participan en la desinfección de áreas de riesgo elevado.
A lo largo de este año en Baleares se han detectado 11 casos de viruela del mono, diez en Mallorca y uno en Ibiza, aunque el último de ellos data de principios del mes de marzo. Asimismo, desde el repunte de casos de esta enfermedad en 2022, en el archipiélago balear se han administrado 1.097 dosis de la vacuna modificada: 365 personas recibieron dos dosis y 367 una sola.
La directora general ha hecho un «llamamiento a la responsabilidad de la población», sobre todo en cuanto a las medidas de prevención primaria y a la vacunación de aquellos grupos que están definidos como grupos de riesgo.