Koldo García Izaguirre nació en Barakaldo en 1970 pero ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria política entre Navarra -fue concejal del PSN entre 2011 y 2015- y Madrid, donde llegó a codearse con la primera línea del PSOE.
Militante socialista, de UGT y de la Plataforma Stop Desahucios, trabajó para una empresa de seguridad privada en los noventa y fue vigilante, portero, conductor e incluso escolta -de Nicolás Redondo, entre otros-.
La investigación de la Audiencia Nacional y la Guardia Civil señalan ahora a Koldo García, y a su socio Víctor de Aldama -presidente del Zamora Club de Fútbol-, como cabecillas de una trama de presuntas mordidas relacionadas con la compra de mascarillas durante la pandemia de la Covid-19.
Carrera meteórica en el PSOE
Koldo García llegó a Madrid procedente del Partido Socialista de Navarra (PSN). Además de ser el único concejal del partido en el municipio navarro de Huarte, a 6 km de Pamplona, desde 2011 hasta 2015, ese mismo año fue de primer suplente en la lista de María Chivite -presidenta del Gobierno navarro desde 2019- y Santos Cerdán -diputado en el Parlamento de la comunidad foral entre 2014 y 2017, y actual secretario de Organización del PSOE- a las autonómicas.
Cerdán habría sido precisamente quien introdujo a Koldo en la cúpula del PSOE. Ambos colaboraron con Sánchez como voluntarios la primera vez que disputó la Secretaría General del partido, en 2014. Pero fue en las primarias de 2017, las que enfrentaron al Presidente con Susana Díaz, cuando Koldo, custodio de los avales de Sánchez, logró abrirse hueco entre los líderes del PSOE.
Poco después, en el verano de 2018, Ábalos fue nombrado ministro y fichó a Koldo, que pronto se convertiría en su mano derecha, como asesor-conductor-escolta.
El de Barakaldo se convirtió entonces en «la sombra» del ministro, del que fue asesor en las dos primeras legislaturas de Sánchez, coincidiendo con la época en que José Luis Ábalos, además de las carteras de Fomento primero, y Transportes después, tenía a su cargo la Secretaría de Organización del PSOE.
Condenado por la Justicia
El nombramiento de Koldo García en 2019 como miembro del Consejo de Administración de Renfe Mercancías ya lo puso entonces en el punto de mira por haber sido dos veces condenado por la Justicia:
En 1991 fue condenado a dos años y cuatro meses de cárcel por agresión tras participar en una pelea en Navarra, en las obras de un recinto para el que trabajaba como guarda jurado. Nunca llegó a ingresar en prisión al ser indultado por el Gobierno de José María Aznar.
Años más tarde, en 2010, volvió a ser condenado por agresión, en esta ocasión a un menor de 16 años que portaba una camiseta independentista y que habría insultado al exasesor de Ábalos y a un agente de la Policía Nacional al grito de «fachas» y «gora ETA». Era la noche del Mundial de Sudáfrica y fue multado con 900 euros por una falta de lesiones.
Cinco propiedades en 3 años
El último capítulo de la intensa vida del ex-asesor de Ábalos apunta a que podría haber invertido el dinero del ‘caso mascarillas' en la compra de hasta cinco propiedades en Alicante.
Según ha publicado El Confidencial, que cita fuentes próximas a la investigación, Koldo García y su pareja, también detenida, habrían adquirido las propiedades tras la pandemia y «por un importe que no se corresponde con sus ingresos declarados».
Se trata de un apartamento y un ático en primera línea de la playa de Levante en Benidorm, y tres terrenos rústicos de 624 m2, 4.436 m2 y 10.436 m2, en el término municipal de Polop, en una zona «que vive un boom inmobiliario» por su proximidad a Altea y a Benidorm.
Todos los activos han sido embargados por orden judicial.