Este lunes arranca el juicio que sentará en el banquillo a Jorge Ignacio Palma, el autor confeso de la desaparición de Marta Calvo, que se alargará hasta el próximo 15 de julio para tratar de poner fin a un caso abierto en noviembre de 2019, y que aún presenta numerosas incógnitas.
Con casi un mes por delante antes de conocer veredicto de la justicia, la clave que todavía no ha alcanzado la policía es el paradero del cuerpo de la víctima. Un dato que solo conoce su asesino, quien durante estos años ha presentado una versión inacabada de lo sucedido y que se puede enfrentar a 130 años de prisión.
¿Cómo se produjo la desaparición de Marta Calvo?
La última vez que se supo del paradero de Marta Calvo fue en la madrugada del 7 de noviembre de 2019, cuando la propia víctima envió su ubicación a su madre a través de WhatsApp al entrar en el domicilio de Jorge Ignacio, un hombre del municipio de Manuel, Valencia, al que había conocido a través de una web de citas y con el que ya había mantenido un encuentro sexual previo.
Su madre, Marisol Burón, fue la primera en dar la voz de alarma al no recibir respuesta de su hija en las horas posteriores en las que incluso se desplazó al lugar que indicaba la ubicación. Allí tuvo su primer encuentro con el asesino, quien le aseguró no conocer a Marta. Esa fue la última vez que el responsable de la desaparición se dejó ver, hasta que un mes después de los hechos se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent para confesar los perores presagios de la madre: la autoría del asesinato de la joven, entonces de 25 años.
En sus declaraciones ante el juez -dos días después de entregarse-, el hombre de origen colombiano y de 38 años en el momento de su detención señaló que la mujer amaneció muerta en su cama tras haber mantenido relaciones sexuales y haber consumido juntos unos seis gramos de cocaína. Así, después confirmó que, movido por el «pánico», había descuartizado el cuerpo para posteriormente deshacerse de él.
¿Qué confesó Jorge Ignacio en su declaración?
Según el relato que ha mantenido desde el día de su primera declaración, Jorge Ignacio troceo el cadáver, lo introdujo en varias bolsas y lo repartió en tres contenedores diferentes. Sin embargo, el amplio dispositivo de búsqueda desplegado no fue capaz de encontrar sus restos, algo que, añadido a las pistas encontradas en el domicilio, apuntan a la posibilidad de que el autor del crimen pudo deshacer el cuerpo con productos químicos.
Tras su confesión, el presunto asesino, que ya había sido encarcelado previamente por tráfico de drogas e investigado por la muerte de una prostituta en condiciones similares, ingresó en prisión provisional sin fianza, pena que fue posteriormente ratificada tras su negativa a declarar por segunda vez. En sus comparecencias posteriores ante la justicia se limitó a pedir perdón a la familia y no varió su versión, asegurando siempre que fue un «accidente». Durante estos más de dos años, las autoridades han abierto varios procesos de búsqueda de los restos de la joven, principalmente en las cercanías de Manuel, todos ellos sin resultados.
El pasado noviembre, dos años después de su detención, la justicia prorrogó por otros dos años más la medida cautelar de prisión provisional a la que se condenó al sospechoso inicialmente. La decisión estuvo motivada por el «notable riesgo de fuga del investigado». Finalmente, el pasado 8 de febrero, el titular del Juzgado de Instrucción número 20 de Valencia decretó la apertura de un proceso ante un jurado popular por el asesinato de Marta y de otras dos jóvenes.
¿Qué antecedentes tenía el agresor?
Y es que el acusado ya contaba con un historial que lo convertía en sospechoso de este tipo de delitos antes de la desaparición de Marta. Se le relacionaba con la muerte de Arliene Ramos, una prostituta brasileña muerta por sobredosis tras un servicio alquilado por Jorge Ignacio Palma. En aquella ocasión todo quedó como un «juego sexual entre dos personas adultas», tal y como reflejó el expediente del caso archivado.
La siguiente víctima, Lady Marcela, otra prostituta que no despertó tras una noche de sexo con el asesino, aunque este caso tampoco le costó una denuncia. Esta muerte fue la que desveló el modus operandi del agresor, pues los servicios de atención sanitaria descubrieron que la causa fue la presencia de una roca de cocaína de extrema pureza en sus genitales -que el hombre colocaba a sus víctimas sin consentimiento-, donde la absorción y la manifestación de los efectos se multiplica.
La última que sufrió sus abusos fue Marta, en una cita a la que su asesino acudió estando en libertad condicional por un delito de narcotráfico por el que sí pisó la cárcel en octubre de 2017. Por esos hechos de noviembre de 2019 -que además sirvieron para establecer la conexión con las otras dos muertes- declarará finalmente ante la acusación de autoría de tres delitos de homicidio, así como de diferentes delitos de lesiones o asesinato en grado de tentativa, contra la salud pública, abuso sexual y contra la integridad moral.
¿A qué pena se enfrenta el acusado?
En un juicio que contará con más de 20 sesiones a lo largo de casi un mes completo, Jorge Ignacio se enfrenta a una posible pena de 130 años de prisión, cantidad reclamada por la Fiscalía. A esta pena, se añade también la reclamación de cuantiosas indemnizaciones para las víctimas o familiares. Por su parte, los padres de Marta Calvo, quienes ejercen en el procedimiento como acusación particular, piden para el acusado la prisión permanente revisable. Su madre, principal representante de la familia afectada, aseguró este martes que están trabajando para lograr esta pena con la intención de que Jorge I.P. «no vuelva nunca más a ver la luz del sol». Las otras víctimas personadas en la causa también reclaman esta pena.
¿Cuándo declara Marisol Burón?
En esas mismas declaraciones, la madre aseguró que asistiría a todas las sesiones de un juicio que se iniciará cada día a las 10.00 horas. Su turno de declaración será el día 29 de junio, momento en el que lo único que pedirá al acusado es que le diga dónde están los restos de su hija.
¿Y Jorge Ignacio?
Por su parte, el acusado, para el que la defensa pide la absolución, tendrá su turno de declaración el día 6 de julio. Posteriormente, contará con el turno de última palabra tras las sesiones para la exposición de los informes finales de las partes de los días 7 y 8 de julio.